El delantero del Fortín, con pasado en el Millonario marcó su quinto goles en los últimos cinco partidos y luego cometió la mano que permitió la igualdad.
Braian Romero tuvo un rol más que protagónico en el duelo entre el puntero Vélez y River, al estar involucrado de manera directa en el gol del Fortín como en el del Millonario. El delantero con pasado en Núñez abrió el marcador con su pecho para cumplir la ley del ex y cometió la mano dentro del área que le permitió a Miguel Ángel Borja igualar las acciones de penal.
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El delantero de 33 años aprovechó la desatención de la defensa del equipo de Núñez, entró por el segundo palo y marcó, de cabeza, el tanto que le da a los comandados por Gustavo Quinteros no solo la victoria parcial en condición de visitante, sino la punta en soledad en la tabla de posiciones de la Liga Profesional con 39 puntos.
A nivel personal, los números de Braian Romero ratifican su buen pasar en Vélez, donde se convirtió en una pieza fundamental: convirtió cinco goles en los últimos cinco partidos y es el máximo goleador del fútbol argentino con ¡11 tantos!
Sin embargo, la fortuna no estuvo del lado de Romero en el inicio de la segunda mitad. En su intento de despejar la pelota con su cabeza falló en el cálculo y terminó por golpear su mano, acción que Yael Falcón Pérez sancionó con penal tras revisar la acción en el VAR.
“Cuando voy a cabecear, me encandila la luz del estadio de River. Me pega en la mano, sí, obviamente. Después no la volví a ver. Me pega en la mano, fue sin intención”, explicó Romero sobre la jugada.
Borja asumió la responsabilidad y con su disparo fuerte al medio logró recomponer la paridad en el marcador, su anhelada vuelta al gol tras varias semanas de sequía y en el momento justo al estar en vísperas de la ida de la semifinal de la Copa Libertadores ante Atlético Mineiro en Belo Horizonte.
