El colombiano de Independiente Rivadavia, con pasado en Boca, palpitó el duelo de la fecha 23 de la Liga Profesional, el jueves 21 en el estadio Malvinas Argentinas. “Venimos en alza y esta es una bonita oportunidad”, agregó el delantero.
Para Sebastián Villa no será un partido más el del 21 de noviembre de 2024. El colombiano, fuertemente identificado con Boca, enfrentará a River en el estadio Malvinas Argentinas de Mendoza, por la fecha 23 de la Liga Profesional, pero con los colores de Independiente Rivadavia. Y con miras al duelo del jueves de la semana que viene, el delantero se encargó de dejar sentada su postura “100 por ciento bostera”.
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“Es un partido especial, por todo lo que en tiempos anteriores significó Boca para mí y porque soy 100% bostero”, declaró en una entrevista con Ovación 90. A su vez, destacó que el equipo dirigido por Alfredo Berti “viene haciendo un gran trabajo” y que se ha visto el esfuerzo del plantel “en los últimos cuatro o cinco partidos”.
En este sentido, continuó: “No hemos conseguido los resultados que queríamos, pero bueno. Creo que venimos en alza y esta es una bonita oportunidad también para poder seguir haciendo las cosas bien”.
El atacante aterrizó en la Lepra mendocina a mediados de este año en condición de libre, cuando el entrenador todavía era Martín Cicotello. Si bien su firma provocó polémica en el ambiente, a raíz de su condena vigente por violencia de género contra su expareja -Daniela Cortés-, no había ningún impedimiento legal que lo privara de ser contratado en el fútbol argentino. Hasta ahora disputó 17 partidos (todos en la Liga Profesional 2024), anotó dos goles y computó cinco asistencias.
“Todos mis compañeros me ayudan a mejorar. Soy una persona que siempre quiero ir por más, lo dije desde que llegué a Mendoza. Creo que necesitaba adaptarme al ritmo de competencia de lo que es el fútbol argentino. Creo que estoy haciendo las cosas bien, aportándole al equipo que es lo más importante. Espero seguir haciéndolo”, concluyó el ex-Beroe de Bulgaria.
De héroe a villano: la historia de Sebastián Villa en Boca
La historia de Villa en Boca es una de esas con un final abrupto. Arribó en julio del 2018 proveniente de Deportes Tolima y se ganó rápidamente la titularidad bajo el mando de Guillermo Barros Schelotto, al punto de jugar las dos finales de la Copa Libertadores ante River, en La Bombonera y en el Santiago Bernabéu en Madrid (tras la suspensión en el Monumental por el ataque al micro xeneize). Fue clave en varios de los siete títulos que levantó en sus cinco años en el club. Entre 2022 y 2023, se llegó a hablar de una “Villadependencia”, porque el equipo ganaba por sus goles, a pesar de mostrar un funcionamiento bajo.
Aunque había continuado en el plantel como titular tras la denuncia de Daniela Cortés, la dirigencia decidió marginarlo cuando la Justicia le impuso una pena de dos años y un mes de prisión por considerarlo “penalmente responsable de amenazas coactivas, en concurso real, con lesiones leves calificadas” . La condena era excarcelable, pero también tenía otra causa por abuso sexual, en la que llegó a un acuerdo económico con la demandante para que la retirara.
Enterado de que iba a poder entrenarse, pero no jugar en la Primera, Villa se escapó a Colombia y practicó por su cuenta durante algunos meses, mientras enviaba cartas documento pidiendo por la libertad de acción. Finalmente, Beroe de Bulgaria lo contrató y al Xeneize nunca le ingresó dinero por su pase. La FIFA expresó su “incompetencia” en el conflicto y no sancionó al jugador. En las entrañas de Brandsen 805 repiten, hace tiempo, que su caso está “zanjado”.
