Después de la derrota ante Independiente Rivadavia, el Pirata se quedó sin entrenador. “Fue de común acuerdo”, dijo Luifa Artime. Asumirá el cuerpo técnico de la reserva.
Punto final. La situación no daba para más y Juan Cruz Real, en una decisión que se veía venir, dejó de ser el entrenador de Belgrano. La dura derrota de anoche frente a Independiente Rivadavia como local fue la gota que colmó el vaso. Durante el partido, hubo cánticos de todas las tribunas en contra de la continuidad. Una vez consumado el traspié, una charla en el vestuario de Alberdi terminó de definir las cosas y ahora el Pirata deberá buscar nuevo técnico.
Luifa Artime fue el encargado de comunicar la determinación y aseguró que la salida fue “de común acuerdo”. Como el club decidió suspender la conferencia de prensa, no hubo despedida oficial. “Agradecemos a todo el cuerpo técnico porque quisieron implementar algo que estábamos buscando, ser un equipo ofensivo”, aseguró el presidente celeste. El mandatario era el único de toda la comisión directiva que todavía apoyaba al DT. Pero el clamor popular pudo más.
El ciclo Real en Belgrano empezó en marzo de este año y duró un total de 35 partidos: ganó 12, empató 13 y perdió 10, logrando el 46,6% de los puntos. Su gran logro fue la clasificación a octavos de final de la Copa Sudamericana. Pero poco más. Después, entró en un pozo del cual no pudo salir. La irregularidad en el desempeño lo llevó a cosechar apenas un triunfo en los últimos 8 encuentros. Insostenible.
El enfrentamiento público con Brian Reyna le puso la gente en contra. Más allá de la responsabilidad del jugador peruano, quizás en nombre de los mejores del plantel y “fija” en las convocatorias de su seleccionado, el entrenador expuso el conflicto y no le salió bien. Fue un quiebre interno y también puertas afuera. Decisiones que marcaron su etapa como capitán del barco. Y cuando empezó a navegar por aguas turbulentas, no resistió.
Una vez consumada la salida asumirá Norberto Fernández, hasta ayer al frente de la Reserva. Será de manera interina, pero la cercanía con el cierre de la Liga Profesional hace pensar que podría dirigir hasta fin de año. Ya prácticamente sin la posibilidad de clasificar a la Copa Sudamericana, más allá de que los números aún dejen un atisbo de esperanza, no habrá tal presión y la gente lo entenderá. Será barajar y dar de nuevo, pero ya para el 2025.