La final ante Talleres dejó a River con dos menos porque Sebastián Driussi y Lucas Martínez Quarta sufrieron problemas musculares. Boca y Racing son otros de los equipos que más se vieron afectados en el último tiempo.
Apenas pasaron 65 días desde que empezó el año, pero el fútbol argentino va a tal ritmo que parece que la temporada comenzó hace varios meses. La cantidad de partidos que debió afrontar cada equipo (en el Apertura ya se disputaron ocho fechas) les está pasando factura a varios equipos que fecha a fecha suman nuevos lesionados.
River, por ejemplo, no solo volverá de Asunción con la tristeza de haber perdido la Supercopa Internacional ante Talleres en los penales, sino que el entrenador Marcelo Gallardo no podrá contar en lo inmediato con Sebastián Driussi y Lucas Martínez Quarta.
El delantero dejó la cancha en el primer tiempo por una molestia en el parte posterior del muslo izquierdo, mientras que en el complemento el defensor también tuvo que pedir el cambio después de mostrarse elongando en varios momentos. Si bien faltan los estudios médicos, todo indica que padecen lesiones musculares.
Pero las bajas no pueden solo limitarse a ese encuentro jugado en Paraguay porque a lo largo del torneo local el Millonario disputó varias fechas entresemana, casi sin descanso, un factor decisivo en la alta competencia. Además, ahora le tocará recibir a Atlético Tucumán el domingo después de haber disputado 120 minutos y con una temperatura muy alta. El desgaste es evidente.
Claro que el elenco de Marcelo Gallardo no es el único que sufre este problema porque Boca padeció lo mismo, incluso antes que los de Núñez. El elenco de Fernando Gago además tuvo que disputar la fase 2 de la Copa Libertadores contra Alianza Lima y ya jugó por los 32avos de final de la Copa Argentina.
En el medio, Pintita perdió a Ignacio Miramón, Tomás Belmonte, Rodrigo Battaglia, Ayrton Costa y Camilo Rey Domenech que también se suman a otros que ya están recuperados, como Marcos Rojo y Ander Herrera. Y esta lista es solo contemplando a quienes padecieron problemas musculares, no otro tipo de lesiones.
Esta problemática, que afecta a los 30 equipos de la Liga Profesional, se profundiza más aún en los clubes que tienen que afrontar competencias internacionales, más allá de que tienen planteles más extensos que el resto. Boca ya lo sufrió pese a haber quedado eliminado, el Millonario lo padece con apenas un partido más que el certamen doméstico y Racing también tuvo muchas bajas después de la Recopa Sudamericana que le ganó a Botafogo.
En el último clásico que perdió con San Lorenzo, el técnico Gustavo Costas contó con seis ausencias: Gabriel Arias (lesión muscular grado 2 en pectíneo derecho), Marco Di Césare (lesión muscular grado 2 en aductor derecho), Gabriel Rojas (entorsis de tobillo izquierdo), Bruno Zuculini (sinovitis en rodilla izquierda), Luciano Vietto (lesión muscular grado 2 en semimembranoso izquierdo) ni Adrián Martínez (sobrecarga de sóleo y gemelo izquierdo). De hecho, Maravilla ni siquiera jugará frente a Independiente.
Claro que las razones para que se acumulen tantas lesiones musculares no solo responden a un factor como son la cantidad de partidos porque también puede haber deficiencias en la preparación, pero sin dudas que jugar un encuentro cada cuatro días, como les tocó a varios equipos durante enero y febrero, es determinante.
Esta situación no solo ocurre en Argentina o Sudamérica porque en Europa es igual de exigente o peor en muchos casos. Incluso hubo una amenaza de huelga de jugadores por el calendario apretado que fue criticada por la UEFA por los salarios que perciben. El tiempo dirá si esta situación se corrige, pero hasta el momento solo evidenció que es un problema sin solución.
