Leonel Di Plácido volvió al Decano después de siete años y contó en TyC Sports de qué manera logró quedarse con una camiseta emblemática.
Leonel Di Plácido regresó a Atlético Tucumán después de siete años y se convirtió en el primer del elenco tucumano para la próxima temporada. En su primer ciclo en el Decano, el lateral disputó 40 partidos con la camiseta celeste y blanca, se ganó el respeto de los hinchas y fue protagonista de un encuentro que quedó en la retina de los fanáticos del fútbol.
El lateral derecho fue parte del equipo que logró La Hazaña de Quito, donde el conjunto tucumano jugó con la camiseta de la Selección Argentina Sub-20 que estaba disputando el Sudamericano en Ecuador y después de superar innumerables contratiempos venció a El Nacional por 1 a 0.
Tras el encuentro, la indumentaria volvió a la utilería de los Seleccionados Juveniles que la seguían utilizando en el certamen, motivo por el cual ninguno de los jugadores del Decano pudo quedarse con la casaca utilizada en aquel partido, aunque el destino quiso que Di Plácido compartiera plantel en Lanús con uno de los integrantes del representativo nacional que jugó en Ecuador.
El jugador en cuestión es nada más y nada menos que Tomás Belmonte, quien asomaba como una de las grandes promesas del fútbol argentino. El actual mediocampista de Boca, tenía en su poder un valioso souvenir que Di Plácido y todos los fanáticos de Atlético Tucumán soñaron con conseguir.
En su vuelta a Tucumán, el lateral de 32 años se encargó de relatar, en diálogo con TyC Sports, de qué manera se quedó con la camiseta que utilizó la noche que todo el país alentó por Atlético:
“Terminó el partido ese día y como fue así, tan histórico, todos nos la queríamos llevar y la respuesta fue no y ahí quedó”, contó y agregó, “Después llegué a Lanús y charlando con un compañero, un juvenil que había ido al Sub-20, me dice sabes que usaste mi remera. La tenés que traer le dije, y te doy una de Atlético. Así fue, coordinamos, me trajo la suya y le regalé una de Atlético de ese momento. La tengo en casa. La traje porque la quería traer“.
Orgulloso, manifestó: “Creo que soy el único de todos los que jugamos ese día que la debe tener”. A la vez, reflexionó:“Uno pone la cabeza todo y dice ‘jugué con esa remera, después fui compañero de él y estoy de vuelta acá’. Es como todo pasa por algo y hoy estoy donde debería estar”.
Por último, se refirió a las coincidencias de fútbol, porque Belmonte se sumó a último momento a esa Selección debido a la lesión de Kevin Mac Allister. “No lo había pensado, él entró por esas cosas y hoy en día, no solo fue mi compañero, es mi amigo y es lo que hace más linda toda la historia”, cerró Di Plácido.
