El Ferroviario se metió en semifinales de una competencia donde tuvo tres entrenadores diferentes. Omar De Felippe es el único que pudo estar al frente del plantel en dos fases distintas y ahora va por la tercera.
La irregularidad en la Copa de la Liga y en la Liga Profesional no se trasladó a la Copa Argentina para Central Córdoba (SE). Allí, los tres entrenadores que lo dirigieron, en las diferentes fases, lograron vencer a sus rivales de turno aunque semanas después tuvieron que dejar sus cargos. Omar De Felippe, con el partido contra Temperley, se convirtió en el único entrenador que estuvo en dos fases diferentes. Se viene la tercera y sueñan con que pueda llegar a tener una cuarta.
El recorrido del Ferroviario por la Copa Argentina arrancó en abril del 2024, cuando un cuestionado Abel Balbo, luego de la derrota contra Racing por la Copa LPF, llegaba al partido con Quilmes sin margen para el error. La victoria contra el Cervecero por 3-1 le dio un poco de oxígeno al exdelantero de la Selección Argentina, pero sólo le alcanzó para dirigir un partido más. Luego de la dura derrota con Estudiantes de La Plata dejaba el cargo, algo que se veía venir.
En la búsqueda de un reemplazante, la secretaría técnica sorprendió con la contratación de Lucas González Vélez. El DT colombiano dirigió a Central Córdoba en nueve partidos, ocho por Liga Profesional y uno por Copa Argentina. Ganó uno, empató uno y perdió siete. Su única victoria fue por 16avos de final de la Copa Argentina, donde venció a Estudiantes de La Plata por 2-1, lo que sólo extendió el ciclo de González Vélez por otros tres encuentros.
La llegada de De Felippe tenía grandes desafíos por delante: comenzar a sumar puntos para engrosar estadísticas y seguir avanzando de fases. A 16 días de asumir como DT del Ferro, tenía el partido por los cuartos de final, al que llegaba con tres encuentros por la Liga en los que ganó, empató y perdió. El cruce contra Newells, en San Nicolás, fue la confirmación de que era el camino a seguir. Por penales, Central Córdoba se metía en los cuartos de final, instancia donde por primera vez repetiría el mismo entrenador, por lo que De Felippe es el único que lo dirigió dos veces en la competencia. Pero como no hay dos sin tres, eliminar a Temperley significó meterse en semifinales y soñar con la posibilidad de ser finalista como en 2019. Porque para Central Córdoba, por más complicado que fue transitarlo, se hace camino al andar.
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