La final de River y Talleres en Asunción, cuyo ganador sumará “estrella”, cambiará de nombre en 2026 a Supercopa LPF. La historia y el presente está lleno de competencias fallidas que duraron muy poco pero igual entran en la lista de títulos.
Nacida y ya pronto a extinguirse entre acuerdos comerciales y oportunismo deportivo, la segunda edición de la Supercopa Internacional que este miércoles jugarán River y Talleres en Paraguay es otro ejemplo del apetito insaciable del fútbol argentino –y sudamericano- por organizar torneos que duran un suspiro, desaparecen en su propia irrelevancia y, sin embargo, cuentan como oficiales, la famosa “estrellita” que ingresa a una lista en donde todos los títulos suman uno, ya sea por una Copa Libertadores o un torneo bizarro con pocas ediciones.
Desde ya, no se trata de “culpar” a los clubes que ganaron esos títulos en la cancha –aunque no siempre-, sino de contextualizar cómo fueron organizados esos torneos por la AFA o la Conmebol. A continuación, un listado de los campeonatos oficiales más insólitos y efímeros, tanto en el amateurismo como en el profesionalismo, del pasado remoto y la actualidad:
Copa Estímulo. Se jugó únicamente dos veces, en 1920 y 1926, mientras la Selección participaba en ambos Sudamericanos, actual Copa América. Eran tiempos en que había dos federaciones (dos “AFA”): el torneo correspondió a la Asociación Argentina, donde no participaban, entre otros, River, Racing, Independiente ni San Lorenzo. La edición 1920 transcurrió entre un desinterés tan marcado que se suspendieron muchos partidos: incluso Banfield, ya finalista y a pocos días antes de enfrentar a Huracán, desistió de jugar el encuentro decisivo porque se pasó a la otra liga, a la Asociación Amateur. El club de Parque Patricios, por default, fue consagrado campeón. La Copa Estímulo volvió a jugarse por segunda y última vez en 1926. Boca pasó su grupo por delante de Sportsman, Argentino de Quilmes y Del Plata. Chacarita, su rival en la semifinal, no se presentó. Tres meses después, en 1927, Boca le ganó la final a un club que nunca jugaría en el profesionalismo, Sportivo Balcarce, entonces con sede en Núñez, hoy en Florida.
Copa de Oro Alejandro Watson Hutton. La temporada 1936 fue atípica para la época: entre las décadas del 30 y el 60 hubo un único campeón anual tras un torneo a dos rondas, pero en 1936 cada rueda fue considerada un torneo independiente. El primero, la Copa de Honor –tras 17 fechas-, fue para San Lorenzo. El segundo, la Copa Campeonato, quedó para River. Ambos ganadores debían jugar una final por un tercer título, la Copa de Oro que llevaba el nombre del padre del fútbol argentino. Se organizó en diciembre y River goleó 4-2. Algunos historiadores la cuentan como “copa” y otros como “liga de un partido”. El formato no se volvió a repetir en las décadas siguientes.
Copa de Confraternidad Escobar-Gerona. Se disputó cuatro veces, en la década del 40, entre los subcampeones de Argentina y Uruguay. La idea era que se jugaran partidos a ida y vuelta en Buenos Aires y Montevideo pero, de las únicas cuatro ediciones que duró, apenas una puede ser considerada “normal”. En las dos primeras, en 1941 y 1942, sólo se jugó el partido de ida, por lo que el título fue declarado desierto. Ya en 1945 se enfrentaron Boca y Nacional: el equipo uruguayo ganó 2-1 en la Bombonera y el club argentino se quedó con la revancha, 3-2, en el Centenario. Curiosamente, ambos fueron considerados campeones y sumaron estrellas. Se terminó de jugar en 1946, tras otro título de Boca, esta vez con dos triunfos ante Peñarol.

Copa Adrián Escobar. Tuvo siete ediciones entre 1939 y 1949, aunque se completaron seis. Participaban los siete primeros del campeonato de Primera y solía disputarse en una única sede, en dos o tres días seguidos de noviembre o diciembre, como un torneo relámpago y de verano. Eran partidos de 40 minutos, divididos en dos tiempos de 20: algunos equipos llegaron a jugar tres encuentros un mismo día. En caso de empate, ganaba el club que había sumado más corners, por lo que los hinchas festejaban los tiros de esquina casi como si fuera un gol. Huracán sumó dos estrellas y River, Independiente, Estudiantes y Newell’s, una cada uno.
Copa Suecia. Fue una única edición, en 1958, mientras la selección participaba en el Mundial de ese país. La AFA organizó una copa para mantener activos a los 16 equipos de Primera. Divididos en dos grupos de ocho, se debían jugar 14 fechas. Las primeras 12 se disputaron entre abril y junio. El Mundial terminó y a nadie le interesó mucho seguir la Copa Suecia. Recién en octubre se jugó la 13ª fecha y, en diciembre, la 14ª. En el grupo 2, Central y Atlanta terminaron primeros pero recién desempataron en abril de 1959. Ganó el equipo de Villa Crespo y pasó a la final contra el primero de la otra zona, Racing: la final recién se jugaría en abril de 1960. Esa desprolijidad no le quita a Atlanta, legítimo campeón, su gran orgullo: una estrella en Primera.
La flexibilización en las fechas, como un “primero lo organizamos y después vamos viendo”, se repetiría en la Copa Centenario, organizada en 1993 por los 100 años de la AFA: el torneo comenzó en junio de ese año y recién terminaría en el verano de 1994. Gimnasia fue su merecido campeón.
Masters de la Supercopa. No sólo la AFA se especializa en torneos que nacen y mueren sin que nadie recuerde bien por qué. Hasta 1988, la Conmebol sólo organizaba un torneo por año, la Libertadores. Ese año nació la Supercopa, que agrupaba a los campeones históricos de la Libertadores, y duraría 10 ediciones, hasta 1997. En 1992 llegó una sorpresa, la Copa Masters de la Supercopa, que incluía a los cuatro primeros campeones de la Supercopa: Racing (1988), Boca (1989), Olimpia (1990) y Cruzeiro (1991). El cuadrangular se jugó en tres días en la cancha de Vélez y lo ganó –con justicia- Boca. El experimento volvió a jugarse en 1994 pero sólo se anotaron Olimpia y Cruzeiro: a Boca y a Racing no les interesó repetirlo y el torneo pasó al olvido.
En 1996, además, se disputó la única edición de la Copa Masters de la Conmebol, que reunía a los cuatro campeones de la Conmebol, la segunda competencia detrás de la Libertadores en los 90. Rosario Central perdió en semifinales. No se repitió.

Copa de Oro Nicolás Leoz. El torneo que llevaba el nombre del entonces presidente de la Conmebol (como si ahora se jugara la Copa Alejandro Domínguez o, en el ámbito local, la Copa Claudio Tapia) se jugó tres veces, en 1993, 1995 y 1996. Participaban los campeones continentales del año anterior, es decir de la Libertadores, la Supercopa, la Conmebol y la Masters. En la primera edición, el Boca del cuestionado técnico Jorge Habegger le ganó la semifinal al Sao Paulo y la final a Atlético Mineiro. La estrella, además, le dio a Boca la posibilidad de jugar otra copa oficial, la Iberoamericana, que sólo tendría una edición: partidos a ida y vuelta contra el Real Madrid, el campeón de España, que se quedó con el título en una Bombonera con poco público.
La Copa de Oro Nicolás Leoz volvió a jugarse en 1995 y era tan poco el interés que Vélez e Independiente, que debían haber participado como vigentes campeones de la Libertadores y la Supercopa, desistieron de hacerlo, por lo que Cruzeiro y San Pablo avanzaron sin jugar a la final. En 1996, Independiente (bicampeón de la Supercopa) volvió a rechazar la invitación. Sí participó Central, como campeón de la Conmebol. En medio del descrédito general, la copa de Oro no se volvió a jugar.
Suruga Bank. En 2007, Arsenal ganó la Copa Sudamericana y, más causalidad que casualidad –en tiempos de Julio Grondona, presidente de la AFA, con mucho peso en la FIFA y uno de los fundadores del club de Sarandí-, al año siguiente nació esta extraña competencia entre el campeón del segundo torneo en importancia de la Conmebol contra el ganador de la J-League, la tercera competencia de Japón, por detrás de la liga y la copa del Emperador. Llevaba el nombre de un banco japonés. Arsenal en 2008, River en 2015 e Independiente en 2018 fueron campeones y lo sumaron a su historial –el propio club de Avellaneda y Lanús perdieron otras dos finales-. El torneo dejó de jugarse en 2019.
Copa del Bicentenario. El apogeo de la era de las estrellitas: fue una copa nacional que sólo tuvo una edición, en 2016. Se enfrentaron Racing y Lanús, ambos campeones de los Campeonatos 2014 y 2016 –el club de Avellaneda, por una singularidad en la temporada 2014, se había quedado sin jugar la Supercopa Argentina-. Fue a partido único, en Avellaneda: Racing ganó la localía por sorteo en la AFA. Lanús, en la cancha, venció 1-0 y se quedó con el torneo.
Mirá también
Talleres llega a la final con River en medio de una crisis: silbado por su gente y con solo un triunfo
Supercopa Internacional. Vale como copa local, pese a su nombre, y es uno de los seis torneos anuales de Primera: Apertura, Clausura y Copa Argentina, más las tres copas a finales únicas. El Trofeo de Campeones, que antes se disputaba entre el ganador de la Liga y de la Copa de la Liga, desde ahora se jugará entre los campeones del Apertura y el Clausura. Su ganador pasará a jugar la Supercopa Argentina contra el campeón de la Copa Argentina. Y finalmente queda la Supercopa Internacional entre el ganador del Trofeo de Campeones contra el primero de la tabla anual. La final River-Talleres será su segunda (y anteúltima) edición. Desde 2026 se llamará Supercopa LPF.
Se trata de un torneo que empezó de casualidad. En 2022, la AFA firmó un convenio con el Consejo de Deportes de Abu Dhabi para que la Supercopa Argentina se jugara en Emiratos Árabes. Para para las partes interesadas surgió un problema: Patronato ganó la Copa Argentina. La Supercopa Argentina se mantuvo en el país pero, para mantener el interés en Medio Oriente, se necesitaba llevar a un rival de Boca (campeón de Liga) que tuviera más prestigio en el exterior. Así, con no poco ingenio, nació un nuevo torneo, la Supercopa Internacional, entre el ganador del Trofeo de Campeones contra el primero de la tabla anual. En enero de 2023, el Racing de Gago le ganó a Boca la primera final. El contrato con Abu Dhabi se cayó en 2024 y la segunda edición se jugará este miércoles en Asunción. La tercera y última debería ser este año entre Vélez (tabla anual) y Estudiantes (Trofeo de Campeones).
La Supercopa Internacional quedará en la historia como un título tan oficial como bizarro. Uno más, pero seguramente no el último.
Si te gustan las entrevistas en profundidad, historias y efemérides, seguí los contenidos de Al Ángulo a través de TyC Sports. También podés registrarte gratis e indicar tus preferencias para recibir notificaciones en tu browser o bajate nuestra APP (disponible en Android & iOS).