Antes del arranque del segundo tiempo en El Bosque, un integrante de la delegación pincha se apersonó detrás de la meta visitante y le puso algo a su palo derecho; un ball boy local lo vio y puso manos a la obra.
Gimnasia y Estudiantes se jugaban todo este lunes en el clásico de La Plata por un lugar en la final del Torneo Clausura frente a Racing y el Pincha, al verse rodeado por un marco adverso en El Bosque, apeló a una táctica digna de su ídolo Carlos Bilardo, muy creyente de cábalas y mufas, para ¿bendecir? en el segundo tiempo su arco custodiado por Fernando Muslera.
Antes del arranque del complemento, un integrante de la delegación visitante apareció detrás del arco en el que iban a ser atacados durante el tramo final y le pegó algo a su poste derecho, lo que fue alcanzado por la vista de un alcanzapelotas local. El joven corrió hacia el lugar y rápidamente quitó el ¿sticker? de ahí, preocupado por que lograra su cometido de proteger el sector en favor del Léon.
Más allá de creencias o no, el equipo de Fernando Zaniratto no consiguió inquietar en demasía al arquero uruguayo en lo que quedaba de juego y, para beneplácito del León, Thiago Palacios logró golpear a fondo con el gol que le dio a su equipo el boleto a la definición.
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