Más allá del mal andar deportivo, el equipo se ve seriamente afectado por la cantidad de jugadores que no dispone el cuerpo técnico.
Nunca bienvenidas y claramente impredecibles, las lesiones tienen en jaque al plantel de Gimnasia, sobre todo en el último bimestre. Si bien el equipo no tiene su mejor expresión deportiva, lo cierto es que el cuerpo técnico no puede utilizar a varios nombres que tranquilamente tendrían muchos minutos de competencia y mejorarían el rendimiento individual y colectivo.
El caso más preponderante es el de Matías Abaldo, quien lleva más de 50 días en recuperación de un cuadro de pubalgia y no tendrá acción hasta el 2025. El uruguayo es pieza clave en este plantel. Además se sumó el triste episodio de Enzo Martínez quien ante Talleres tuvo una muy triste afección: Esguince grave de rodilla con rotura del ligamento cruzado anterior y menisco izquierdo. El defensor central deberá ser operado y tendrá de 6 a 8 meses de recuperación.
A estos dos casos se suma el del volante David Zalazar que hace diez días padeció un problema de meniscos y directamente pasó por el quirófano para emprender una recuperación temprana de cara a 2025. También, y en situación muy similar desde que llegó al Lobo, Norberto Briasco vivió afectado por diferentes situaciones físicas que lo tuvieron más en el consultorio que en campo junto a sus compañeros.
Con este panorama es evidente que Marcelo Méndez, golpeado por la cadena de malos resultados, además de no poder contar con el recambio necesario para poder sumar más unidades en la tabla de posiciones, no tuvo la posibilidad de, al menos, contar con todo el plantel a disposición para prestar mejores servicios.
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