Minutos antes del arranque del encuentro que terminó 2-0, algunos fanáticos del Globo se trenzaron a golpes de puño y patadas en la popular local.
Los clásicos son partidos aparte y, como tales, se viven a flor de piel. Pese a los más de 35° grados de sensación térmica, el Palacio Tomás Adolfo Ducó estaba repleto de gente minutos antes de comenzar el encuentro donde Huracán venció 2 a 0 a San Lorenzo. En un hecho de violencia que sorprendió a todos, en la popular local empezaron a pegarse con golpes de puño.
El hecho ocurrió en la tribuna donde se suele ubicar la barra del Globo. Minutos antes del pitazo inicial de Darío Herrera, algunos hinchas se trenzaron a piñas y patadas. Quienes iniciaron los disturbios son los miembros de la facción de Zabaleta -con mayoría de demorados-, contra los de Pagola.
Las fuerzas de seguridad intervinieron en las afueras del Palacio, demorando a quienes ocasionaron los disturbios. No hubo detenidos, aunque sí se labraron actas por incitación al desorden y riñas. En total hay más de 50 violentos identificados por las cámaras de seguridad. Uno de los demorados es el “Chila”, referente de la Jose C. Paz, quien en 2018 fue deportado de Rusia cuando se estaba disputando el Mundial.
Minutos después del hecho, desde la platea Miravé comenzaron a gritar “parecen cuervos”, haciendo referencia a que podía haber hinchas de San Lorenzo infiltrados en la popular local.
Ahora bien, ¿qué sucede en la barra de Huracán? Existen tres grandes grupos: el dominante, José C Paz, por el nombre de la plaza de Parque Patricios donde se reúnen, al mando de la familia De Respinis, la facción El Pueblito, habitualmente ligada a la José C Paz, y la de Villa Zabaleta.
El año pasado, el grupo de la Zabaleta a cargo del Gordo Pablo, viejo barra de la zona, quiso que el reparto de beneficios sea más justo y ante la negativa hubo un encontronazo a balazos en agosto en el partido por Copa Argentina contra Argentinos Juniors. La José C Paz reafirmó su liderazgo, pero el Gordo Pablo juntó gente de Lugano, Soldati, Ingeniero Budge y Cuartel V de Moreno para desbancarlo.
A partir de entonces la Policía, que juega su partido, le explicó a la gente de Zavaleta, que se reúne en la plaza España de Barracas, que si iban con ánimo belicoso a la cancha terminaban todos presos, que sólo reconocían como interlocutores a los De Respinis.
Pero con el comienzo del 2025 empezaron los problemas otra vez. Huracán fue convocado para jugar en Uruguay el torneo de verano Serie Río de La Plata y se suponía que viajaría toda la barra. Pero el bando de José C. Paz acaparó los micros puestos por el club y las entradas y dejó un cupo menor para sus rivales. Y sacó ómnibus con tickets para quién quisiera sumarse a 30.000 pesos. Fue casi una declaración de guerra.
El Gordo Pablo no se bancó la ofensa y convocó gente para ir a la guerra. Pero necesitaba más gente y, sobre todo, más contactos con las fuerzas de seguridad. Entonces recurrió a Los Dueños de Avellaneda, la barra de Independiente. ¿Cuál es la relación? El jefe de la barra del Rey de Copas, Mario Nadalich, es de Barracas y existe una cercanía importante. Y con el aval conseguido, actuó. Así la noche del martes, mientras las paredes de Parque Patricios se llenaban de pintadas contra los hermanos De Respinis, la barra del Rojo volvía de Uruguay cantando por una guerra que se avecina y que podría haber comenzado esta tarde en el clásico.
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