Martín Santoro, enganche de la Octava División, le dio rápido una pelota a Gabriel Rojas para que hiciera el lateral y todo terminó en el 2-1 definitivo de Juanfer Quintero. Luego del triunfo, el plantel le agradeció y hubo regalos.
Las series parejas y cerradas, como la que protagonizaron Racing y Corinthians en la semifinal de la Copa Sudamericana, se definen por detalles. En el fútbol hay que estar siempre atento para aprovechar el momento justo para lastimar. Quedó demostrado en el lateral rápido que derivó en el 2-1 definitivo de Juan Fernando Quintero y que tuvo un protagonista inesperado en el inicio de la jugada.
Si bien la acción arrancó en las manos de Gabriel Rojas, lo cierto es que milésimas de segundo antes tuvo el aporte clave del alcanzapelotas. Parado a metros de la línea de costado y con la pechera de Conmebol, Martín Santoro, enganche de la Octava División, se la pasó velozmente al lateral de la Academia, dejó mal parada a la defensa brasileña y festejó con los jugadores el gol que sentenció la revancha.
“Primero estaba dudando en saltar porque la pelota quedó en la línea pero decidí hacerlo. Me la pidió Gaby Rojas, se la di rápido, se la pasó a Maravilla, que cabeceó y ahí Juanfer definió”, explicó el pibe sobre la jugada en Avellaneda. Y sacó pecho: “Es increíble haber participado y hecho que la jugada termine en gol”.
Su aporte realmente fue fundamental para que Racing pueda dar vuelta la historia y clasificarse a la final de la Copa Sudamericana. Por eso varios futbolistas lo fueron a abrazar y, tras el encuentro, le dedicaron palabras de aliento y le dieron las gracias. “Que venga siempre”, soltó Agustín Almendra. Mientras que Leonardo Sigali le obsequió su short en el vestuario y lo llenó de elogios: “Gente educada, familia de Racing e inteligente”.
