El Puerto está de fiesta. La ciudad los recibió luego del título y la lluvia. El intendente Montenegro fue anfitrión de los campeones en el municipio. ¿La ciudad ayudará en esta patriada?
Parece que fue todo hubiera pasado muy rápido. La clasificación dramática y fortuita. La final en Rosario, el título. Volver a primera. Ni más ni menos. Todo trepidante, para muchos impensado, pero desde ya justo y con un sprint definitivo que borra cualquier duda de una campaña irregular. Además venciendo en una final en cancha neutral al equipo que en la zona opuesta sacó 17 puntos más. Ninguna de esas estadísticas sirvió. En el mano a mano Aldosivi no dejó dudas.
La incógnita pasa por cómo Mar del Plata cobijará el fútbol de Primera, con qué armas. Sobre todo a partir del estado calamitoso del Estadio José María Minella.”La situación es la misma. No hay ninguna variación. Estamos iniciando un proceso de licitación por lo cual falta mucho tiempo. Mucho tiempo para que lleguemos a una definición. Por lo pronto, las condiciones del estadio siguen estando como hasta ahora”, dijo el titular del Ente Municipal de Deportes y Recreación (EMDER), Sebastián D’Andrea.
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Paralelamente el Tiburón sueña con su cancha propia, que anhela desde la desaparición de La Cantera.”Presentamos los papeles para hacer nuestra cancha en nuestro predio. Venimos muy bien. Hay que hacer las cosas muy prolijas. Venimos trabajando con el Consorcio Portuario Regional que depende de la Provincia de Buenos Aires. Las tierras son de la provincia y estamos en esa operatoria. Estamos por encarar la cancha nuestra”, le dijo Hernán Tillous, mánager de Aldosivi, a tycsports.com.
Se está esperando la firma de la provincia. Una provincia no encolumnada con el tenor político que rige en la ciudad de Mar del Plata. Diferencias y palos en la rueda que limitan la vida de los marplatenses. Falta “meter el gancho”, pero… La tarea no es nada fácil, no sólo con la gobernación de Buenos Aires. Tampoco con el Consorcio, que fue el que en su momento le cedió a Aldosivi las tierras provenientes de la reserva allí instalada. El traspaso del dominio, durante la gestión de Daniel Scioli como máxima autoridad de la provincia, generó conflictos que llegaron incluso a la Justicia. Ese convenio se firmó por 30 años y hay muchos intereses de por medio. Hay gente que no comulga el mismo credo que la gente del Tiburón en ese Consorcio. Aldosivi como club tiene todo encaminado. Si le dan el ok, empieza de inmediato a armar su cancha dentro del predio de Punta Mogotes. En poco tiempo podría tener listo su estadio.
Pero más allá de eso, la inmediatez dice que Aldosivi jugará en Primera en el deteriorado Minella. Instalaciones dañadas y la platea descubierta que ya lleva tres años clausurada marcan la preocupación de toda la ciudadanía y de los elencos que lo usan en el plano profesional, Alvarado y Aldosivi. El intendente Montenegro coqueteó con la AFA para que el estadio pasara a la órbita de la entidad madre del fútbol, pero esa opción no prosperó. “Que el Minella sea el estadio de las Selecciones Nacionales”, fue un efímero sueño marplatense que a medida que el equipo de Scaloni seguía ganando cosas, se fue perdiendo en la nada misma.
Hoy se sabe que el elefante blanco comenzó a estar en agendas de manos privadas que evalúan quedarse con él por intermedio de una concesión internacional por 30 años con opción a 10 más y que incluye además el Estadio Polideportivo “Islas Malvinas” y el Parque Municipal de los Deportes. Esta licitación recién empezó. Para concretarse y que quede en otras manos, pasará un tiempo. La vorágine del deporte profesional no puede esperar. Por ende, Aldosivi jugará en el Minella así como está, atento a la famosa licitación por un lado y esperando el guiño de la provincia para hacer la cancha propia, para aproximadamente 10.000 espectadores.
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Mientras tanto, los operadores turísticos, la gastronomía, los hoteles y las fuerzas vivas de la ciudad imaginan un 2025 con fútbol profesional. Las condiciones no son las óptimas ya que aún los visitantes no pueden ingresar a los estadios. Pero la ciudad deberá ponerse los pantalones largos a la hora de ayudar en todo. Que Aldosivi trascienda el puerto y sea el equipo de la ciudad.
