El Malevo, que este sábado venció a Central Córdoba por 2-0, superó a River -debe jugar- en la zona B, mientras que el Guapo ya era líder en la A y puede mantenerse si le gana a Godoy Cruz este sábado.
El fútbol argentino suele ser un terreno donde la paridad manda. Ningún equipo tiene el camino allanado, ni siquiera los gigantes como Boca y River, que ostentan figuras de la Selección. La muestra más clara está en dos equipos que, lejos de los flashes, hoy marcan el pulso del Clausura: Deportivo Riestra y Barracas Central, punteros de sus zonas y protagonistas inesperados de una historia que rompe moldes.
Deportivo Riestra, dueño de su fortaleza en el Bajo Flores
El Malevo volvió a dar un golpe sobre la mesa. Con el 2-0 frente a Central Córdoba llegó a los 16 puntos en la Zona B y superó a River, que todavía debe jugar contra Estudiantes y podría recuperar la cima. Más allá de las dos derrotas en el torneo —ante San Martín de San Juan y Defensa y Justicia—, su casa se convirtió en un verdadero bastión: 24 partidos invicto en el Guillermo Laza.
El equipo de Gustavo Benítez prolonga una solidez que ya había insinuado en la etapa del Ogro Fabbiani como DT. Restan ocho jornadas para los playoffs, pero su andar invita a soñar: clasificación a copas y pelea hasta el final del Clausura.
Barracas, un guapo en cualquier terreno
Si Riestra hizo de su localía una muralla, Barracas Central edificó su presente a partir de lo contrario: la capacidad de imponerse fuera de casa. De los cuatro triunfos que acumula, tres fueron como visitante, una rareza en el fútbol argentino.
Ese rasgo explica buena parte de su presente: es el único puntero de su zona y, si vence al Tomba, se asegurará seguir arriba. El equipo de Rubén Darío Insua apenas tropezó una vez en el certamen —3-0 frente a Independiente Rivadavia en la segunda fecha—, y hoy sueña con playoffs y con la Sudamericana, ya que marcha sexto en la tabla anual.
Sin figuras, pero con convicción
“Es admirable el convencimiento de sus jugadores”, elogió Omar De Felippe, entrenador de Central Córdoba, tras la derrota ante Riestra. Sus palabras bien podrían describir a ambos líderes: equipos que saben a qué juegan, reconocen sus limitaciones y ejecutan el plan táctico con disciplina absoluta.
Lejos de las estrellas consagradas, con planteles forjados en el Ascenso y nombres de bajo perfil, Riestra y Barracas confirman que el fútbol también se gana con compromiso, trabajo colectivo y la fuerza de un grupo convencido.
