El árbitro del Boca-Talleres del sábado había tenido días complicados tras quedarse sin su lugar como encargado de la escuela de árbitros de la Liga Sanrafaelina de Fútbol.
La actuación de Andrés Merlos en el encuentro entreBoca y Talleres por la Copa Argentina, sumado al presunto episodio de violencia que se habría dado después del partido con dirigentes cordobeses, puso al árbitro mendocino en el ojo de la tormenta.
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Esta situación del sábado pasado cerró una semana que venía complicada para el colegiado, tras conocerse su destitución como director de la escuela de arbitraje de San Rafael, el departamento del sur de Mendoza de donde Merlos es oriundo.
Los constantes reclamos de jugadores y dirigentes por los malos arbitrajes de cada fin de semana, sumado a un cambio de mando en la Liga Sanrafaelina de Fútbol, llevó a que las autoridades de la entidad elevaran a votación la rescisión del contrato del árbitro, que terminaba en febrero del año que viene.
Ese sufragio de los clubes terminó 22-2 a favor de la decisión de sacar a Merlos de su cargo, lo que generó la reacción del colegiado, ya que se enteró por los medios de comunicación sobre la determinación tomada por la Liga.