Desde 2022 en adelante, los que más ganan en la fase regular no logran coronarse en los playoffs de los torneos de la Liga Profesional.
La tendencia dejó de ser casualidad y ya es un rasgo propio del formato. Desde que la Liga Profesional organiza torneos con el esquema actual -dos zonas de fase regular y otra etapa eliminatoria-, los punteros casi nunca lograron coronarse. Salvo en la primera edición de la Copa de 2021, ningún líder de su grupo terminó levantando el título. Además, excepto en el Apertura 2025, al menos uno de los finalistas ingresó como último clasificado de su grupo.
La regularidad perdió peso y los playoffs instalaron un escenario donde el impulso final vale más que todo lo hecho en el primer tramo. Este diseño del certamen reduce márgenes, achica diferencias entre planteles y convierte cada cruce en un escenario donde un detalle cambia la historia. En ese contexto, lo construido durante la fase inicial no se traslada en ventajas reales más allá de la localía, a partir de este año.
El Clausura 2025 volvió a mostrarlo. Estudiantes eliminó a Gimnasia en El Bosque por 1-0 y Racing dejó afuera a Boca en La Bombonera por 1-0, para conseguir el pase a la final. Los dos llegaron desde atrás: la Academia terminó tercera en la Zona A tras un mal arranque y el Pincha obtuvo el último cupo de su tabla al quedar octavo en la Zona B. Los líderes habían sido el Xeneize en la A y Rosario Central en la B, pero ninguno llegó a pelear por el título.
El Apertura 2025 siguió el mismo hilo: Platense, que había clasificado sexto (Zona B) fue el campeón, mientras que Huracán, cuarto en la A, completó el partido definitorio. Otra vez, los que dominaron la fase regular quedaron lejos: el Canalla lideró la B y Argentinos la A, pero no pudieron sostener el nivel en los playoffs.
Incluso, entre 2021 y 2024, en la competencia denominada Copa de la Liga Profesional, el acceso a cuartos era mucho más restringido ya que los primeros cuatro ingresaban pero los punteros casi nunca coronaron. En la edición de 2024, Estudiantes fue el que dio la vuelta tras finalizar segundo en su zona y vencer a Vélez en el duelo decisivo, que había entrado como último clasificado. Mientras que River y Godoy Cruz, que se posicionaron en lo más alto, no llegaron a la definición.
En 2023, Rosario Central fue el que levantó el trofeo entrando cuarto y superó a Platense, que terminó en el mismo puesto en su grupo. Huracán y Racing se habían quedado en las cimas sin poder trasladarlo al tramo decisivo. Lo mismo se repitió en 2022: Boca se consagró entrando desde el segundo lugar tras derrotar 3-0 a Tigre que llegó desde el tercero. El equipo actualmente dirigido por Gustavo Costas y el León fueron los punteros.
Por otro lado, la única excepción se dio en 2021, cuando Colón venció a Racing por 3-0 y ganó la copa siendo primero de su grupo, aunque Vélez, líder de la otra zona, tampoco pudo acercarse al título.
El patrón es claro: en este formato, la fase regular ordena, pero no sentencia. Los duelos directos amplifican rachas, castigan cualquier distracción y favorecen a los que llegan con envión justo cuando empieza lo que verdaderamente define el certamen.
