Mientras Guillermo Barros Schelotto exige quedarse con Tomás Galván, desde Liniers pretenden renovar la cesión y ahorrarse la opción de compra. Final incierto.
En varios momentos del año, todo hacía pensar que Tomás Galván seguiría en Vélez, entre su gran levantada en el segundo semestre para ser clave en la obtención de la Supercopa Internacional y el nivel que sostuvo en varias apariciones posteriores, hasta que empezó a alternarlas ante las llegadas de Manuel Lanzini y Diego Valdés. Pero ahora, quedó seriamente en duda su continuidad ante las problemáticas charlas con River, dueño de su pase.
El volante ofensivo que Sebastián Domínguez pidió tras su paso por Tigre como reemplazo de Claudio Aquino jugó cedido durante todo 2025 y la opción de compra fijada por el Millonario es de 1.6 millones de dólares. Si bien no asoma como una cifra exorbitante, al no haberse ganado claramente el puesto en el Fortín intentaron negociar otro préstamo para ganar tiempo y poder seguir contando con el jugador, informó Sábado Vélez.
Sin embargo, la respuesta desde Núñez fue tajante: Galván solo saldrá del Millonario nuevamente a través de una venta, por lo que en principio lejos quedó la chance de que siga, un pedido expreso de Guillermo Barros Schelotto. Movidos por la exigencia del DT, Fabián Berlanga y compañía preparan una nueva oferta por la ficha, decididos a no estirarse hasta el monto de la opción.
Otro de los deseos del entrenador más cercano a cumplirse es la renovación del contrato Matías Pellegrini, quien en los próximos días firmaría su continuidad. El ex Estudiantes tampoco llegó a ser un número puesto en el equipo pero Guillermo lo quiere por la posibilidad de usarlo como extremo o más por el medio, que ya sufrió la sensible salida del capitán Agustín Bouzat rumbo a Houston Dynamo.
