El conjunto de Liniers venció a Estudiantes y quedó como único líder de la Liga Profesional con 33 puntos y le saca seis a los segundos, que son Talleres, Unión y Huracán.
La victoria de Vélez ante Estudiantes por 2-0 el lunes por la noche dejó al conjunto de Gustavo Quinteros como único líder con 33 y a seis puntos de los perseguidores más cercanos, que son Unión, Talleres y Huracán. Pero también significó la reconfirmación de que el Fortín es el mejor equipo del país, sobre todo desde que se reanudó la Liga Profesional tras la Copa América.
El presente de Vélez se explica en números: lleva 29 tantos y es el que más anotaciones acumula, pero al mismo tiempo cuenta con una férrea defensa porque tan solo le convirtieron ocho veces. El único que recibió menos goles fue Huracán, que tiene siete.
Además, si bien perdió dos encuentros, ambos fueron previo al comienzo del certamen de selecciones, ante Gimnasia y Boca. ¿Cómo le fue una vez que se retomó el torneo tras la vuelta olímpica de Argentina? Ganó absolutamente todos los partidos que jugó, a excepción de un empate con Banfield.
¿Pero cuáles son las razones por las que Vélez logró este presente y le sacó una gran ventaja al resto? Lo primero a señalar es que Gustavo Quinteros había llegado después de que la institución se salvara del descenso y desde el inicio se puso objetivos ambiciosos. “Vélez es un club grande para trabajar y formar un equipo con la capacidad de competir”, afirmó. Rápidamente armó un equipo que mostró un buen nivel y en la Copa de la Liga llegó a la final, pero perdió con Estudiantes.
En segundo hay que mencionar la capacidad de liderazgo del técnico para un plantel que afrontó un momento que podría haber derrumbado todo lo conseguido porque a mediados de julio salió a la luz una denuncia por abuso sexual contra cuatro jugadores: Sebastián Sosa, Braian Cufré, Abel Osorio y José Florentín. Tiempo después el club les rescindió y el plantel se reordenó.
El tercer argumento que colaboró con esta transformación fue que reforzó al plantel con varios jugadores de experiencia que no estaban pasando su mejor momento y los revalorizó. Emanuel Mammana, ex Lyon y Zenit, llegó libre desde River, Agustín Bouzat regresó desde Colo Colo, donde lo había dirigido Gustavo Quinteros, y se transformó en una pieza vital, Claudio Aquino desembarcó tras un paso por Cerro Porteño y se volvió la figura del fútbol argentino, Tomás Marchiori se adueñó del arco tras brillar en Atlético Tucumán, mientras que Braian Romero y Francisco Pizzini estaban desde 2023, pero recién ahora sobresalieron.
En cuarto orden aparece algo que ha sido marca registrada en la historia: los buenos juveniles que surgen quienes cuentan con un potencial importante, como Thiago Fernández, Valentín Gómez, Joaquín García y Christian Ordoñez. Todo eso volvió al elenco de Liniers un equipo casi imbatible y que se aleja cada vez más camino al título.
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