La Selección Chilena y Ricardo Gareca tocaron fondo, luego de protagonizar un papelón histórico al sumar la primera derrota en calidad de local ante Bolivia por las clasificatorias sudamericanas, al caer 1-2 en el Estadio Nacional.
En un reducto de Ñuñoa semivacío se sentenció el divorcio entre el público y el DT de la Roja, ya que a los 10 minutos Chile ya perdía por 1-0 tras la anotación de Carmelo Algarañaz en un veloz contragolpe desde el sector derecho.
El enojo de la gente se acrecentó a los 30 minutos, cuando Gareca inexplicablemente sacó a Ben Brereton, dando cuenta públicamente del rechazo que le provoca el delantero de origen inglés al adiestrador, cuando el atacante era el único que mostraba ganas de revertir la situación.
La polémica se instaló a los 38 minutos, cuando Eduardo Vargas aprovechó un balón que dejó suelto Carlos Lampe, quien se tiró al suelo alegando una supuesta lesión, que terminó siendo cierta. Sin embargo, esto no le importó al 9 de Chile, que frente al arco desguarnecido anotó el ansiado empate.
Pero el ímpetu que pudo haber sumado Chile tras la igualdad se fue al tacho de la basura a los 45, cuando Miguel Terceros capitalizó un nuevo error defensivo de la Roja para poner cifras definitivas.
En el complemento, el panorama no varió y la falta de ideas y ganas de la Selección Chilena se hizo más latente, ya que salvo jugadas puntuales, no hubo grandes chances para conseguir el empate y menos para dar vuelta el resultado.
Con este resultado, el Mundial de 2026 se comienza a alejar para la Roja, más aún cuando los próximos desafíos son Brasil y Colombia, con un Ricardo Gareca que se llena de dudas respecto a su continuidad.
