Tener poco tiempo para cocinar, dejar la dependencia al gas como combustible para las preparaciones culinarias o desde lo práctico que se vuelve incorporarlo en el día a día, son algunas de las razones que convierten a los hornos eléctricos en los favoritos en la cocina desde su irrupción en el siglo XX y su popularización en la década de 1930. Lo mismo sucede con el microondas, que desde 1945 se ajusta mejor a preparaciones que son aún más rápidas, resolviendo sobre todo comidas de familias numerosas, con niños o con poco tiempo para estas gestiones domésticas.
Pero entonces, ¿Cuál elegir para que sea el próximo aliado en mi cocina? Todo depende de las necesidades que tengas. Por un lado, los hornos eléctricos son muy versátiles. Pueden hornear, asar, tostar e incluso gratinar alimentos. La clave está en priorizar las funciones esperadas y sobre eso, decidir.
Hornos Eléctricos
Por una parte, los hornos eléctricos ofrecen una cocción uniforme gracias a la distribución constante del calor, lo que los convierte en una excelente opción para recetas que requieren tiempos largos de cocción o para preparar platos que necesitan un dorado perfecto. Del mismo modo y para llevar la eficiencia energética al siguiente nivel, es que muchos de ellos están diseñados para calentar rápidamente y mantener la temperatura deseada con menos desperdicio de calor. La tecnología ha permitido contar con hornos eléctricos que tienen opciones de auto limpieza para así ahorrar tiempo y esfuerzo en esta tarea final luego de su uso.
De esta misma forma, el horno eléctrico permite manejar grandes cantidades de alimentos a la vez, tiene una amplia oferta de funciones y ajustes, lo que permite experimentar distintas técnicas y tener un control más exacto de las comidas a preparar.
Microondas
En el caso de los microondas, estos destacan por su rapidez y eficiencia. En ellos puedes calentar comida, descongelar alimentos e incluso preparar algunas recetas rápidas. Por su capacidad para calentar alimentos de manera casi instantánea, son el match perfecto para los días ajetreados y exigentes en medio de la ciudad, por ejemplo. De esta misma forma, y por su tamaño compacto, son adecuados para cocinas pequeñas o espacios limitados.
Además, los microondas han evolucionado con características adicionales como funciones de grill, convección y sensores inteligentes que ajustan automáticamente el tiempo y la potencia de cocción.
En esta misma evolución es que algunos fabricantes han puesto el foco en la sostenibilidad del producto, ya que resulta más energéticamente eficiente en comparación con otros métodos de cocción, porque concentran la energía directamente en el alimento en lugar de calentar el aire circundante. Esto no solo contribuye a la reducción de costos en electricidad, sino que también minimiza la liberación de calor en la cocina, lo cual es especialmente útil en climas cálidos o en temporadas de mucho calor.
Tanto hornos eléctricos como microondas llegaron para solucionar necesidades alimenticias actuales y entre sí también se complementan muy bien. Solo queda priorizar el enfoque de tu cocina para poder decidir que electrodoméstico complementaría mejor tu vida actual.
Si la precisión en la cocción y la versatilidad en la preparación de platos complejos son prioritarias, un horno eléctrico puede ser la elección adecuada. Sin embargo, si la rapidez y la conveniencia en la preparación de comidas son más importantes, un microondas será el compañero perfecto en la cocina. Ahora bien, si es que no te logras decidir, quizás sea tiempo de reconocer tu versatilidad en la cocina y tener ambos. Para eso, no queda más que considerar un mueble con buen espacio donde ambos electrodomésticos estén cerca y se puedan complementar aún mejor.