Un llamado a lograr un acuerdo nacional en materia de seguridad para enfrentar la violencia criminal, pero también uno para combatir a la corrupción, pidió este miércoles el arzobispo de Santiago, monseñor Fernando Chomalí, durante el Te Deum Ecuménico, en la Catedral de Santiago.
En su homilía, la autoridad religiosa planteó que en la actualidad en el país, “nadie se siente seguro, nadie puede garantizar que no le harán un portonazo, un turbazo, una encerrona, o que no lo asaltarán“.
Frente a las autoridades encabezadas por el presidente Gabriel Boric; la ministra del Interior, Carolina Tohá; el director general de Carabineros, Ricardo Yáñez, y el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Blanco, monseñor Chomalí aseveró que “Chile no se acostumbra, y no se acostumbrará, a los descuartizados, los asesinatos a plena luz del día, a la muerte de jóvenes y niños. Chile no está acostumbrado a eso, no quiere eso”.
En esa misma línea, el arzobispo de Santiago manifestó que “no podemos permitir que las personas estén enrejadas en sus propias casas, que no puedan salir a la calle en la tarde a pasear. No puede ser que la extorsión se haya instalado en Chile”.
“Si no hay una acción en conjunto de la sociedad, el país corre el riesgo de convertirse en rehén del crimen organizado. Pronto ya será tarde. Comenzará la ley del más fuerte y el Estado será un mero espectador”, aseveró a continuación.
Frente a esta realidad, Chomalí llamó a alcanzar un acuerdo en materia de seguridad, ya que “se requiere actuar ahora porque está a la vista el poder del crimen organizado en Chile, de sus estructuras de muerte, de sus vínculos internacionales. Mientras más divididos estemos más espacio le damos al crimen organizado”.
Chomalí también alertó contra la corrupción en el Te Deum
Durante su alocusión, monseñor Chomalí también llamó a estar alerta porque “ha sido doloroso para los chilenos ver como la corrupción se ha ido enseñoreando de lugares que por su naturaleza debiesen ser intachables”.
“El pueblo de Chile está escandalizado al ver tanta avaricia y ansias de poder que no trepidan en sobornar, en valerse del cohecho para lograr sus objetivos, y en el tráfico de influencias. Qué daño a la fe pública, a la democracia, al Estado de Derecho le hacen los escándalos de corrupción y abusos de toda índole que vemos día a día”, planteó el arzobispo capitalino.
Al ahondar en el asunto, sostuvo que “duele que personas con poder, en vez de servir a Chile, se han servido de Chile y claramente han perjudicado a los más pobres“.
“Este es el momento de la humildad y la grandeza para actuar y que vuelva a ser un orgullo trabajar en el Estado y ser funcionario público“, añadió a continuación.
Monseñor Chomalí llamó a los presentes y a quienes vieron el Te Deum desde sus hogares a que “se piense en la posibilidad de un gran acuerdo nacional donde todos quienes tenemos responsabilidades en el país -públicas y privadas- nos escuchemos y dialoguemos“.
“La seguridad no es un tema meramente político, sino que es también ético, anterior a cualquier otro asunto. No puede ser una moneda de cambio para ser negociada por una ley u otra concesión. No hay desarrollo posible, ni una auténtica democracia en un país violento y con gérmenes de corrupción“, concluyó el religioso.