El fútbol peruano vive un verdadero escándalo, luego de que su presidente, Agustín Lozano, fuera detenido este jueves por la Policía Nacional por ser el supuesto líder de una banda criminal denominada “Los Galácticos”.
La detención por parte de las autoridades policiales se produjo en el marco de la investigación del Ministerio Público de una presunta red que se dedica al uso irregular de recursos de la institución en actos ilícitos.
En detalle, el presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Agustín Lozano, fue arrestado en cumplimiento de una orden judicial de detención durante 15 días, que también incluye a los mandamás de Sporting Cristal, Joel Raffo, y de la Academia Deportiva Cantolao, Karen Mandriotti.
En medio de este operativo se allanó la casa del timonel del fútbol peruano y también las instalaciones de la FPF. Lo anterior, se realizó producto de la indagación por la presunta comisión de los delitos de fraude en la administración, corrupción y lavado de activos.
Todo lo que se sabe del caso y la detención del presidente del fútbol peruano, Agustín Lozano
La fiscalía peruana se encuentra llevando a cabo una investigación por el uso indebido de recursos de la FPF y por presuntos favores a ciertos clubes.
De acuerdo a los medios locales, además de Lozano, otras siete personas fueron detenidas y se han realizado allanamientos en 12 inmuebles en ciudades como Lima, Tumbes, Piura, Chiclayo, Chachapoyas y Huánuco.
Luego de su aprehensión, el presidente de FPF al salir de su domicilio, dijo: “Yo solamente quiero tranquilidad para mi familia y para las personas que confían en el trabajo que he venido realizando”.
Bajo este contexto, el coordinador nacional de las Fiscalías Especializadas contra la Criminalidad Organizada, Jorge Chávez Cotrina, comentó a la emisora RPP que la orden judicial dispuso la detención de 12 personas, de las cuales se han arrestado ocho.
Sobre Lozano, sostuvo que arriesga hasta 20 años de cárcel por los cargos. Según la fiscalía, él habría desviado fondos de la FPF, equivalentes a 8,3 millones de soles (más de 2 mil millones de pesos chilenos), hacia clubes y ligas departamentales. Sumado a ello, se le acusa de perdonar deudas, acciones que configurarían fraude, corrupción y lavado de activos.