La realeza noruega se encuentra atravesando un fuerte escándalo tras la detención de Marius Borg Høiby, hijo de la princesa Mette-Marit, quien se enfrenta a nuevos cargos relacionados con una presunta violación.
El joven de 27 años fue arrestado el pasado 18 de noviembre y este miércoles compareció ante las autoridades, donde se le impuso prisión preventiva mientras se amplían las acusaciones en su contra.
La noche del lunes, a las 23:12 horas locales, Marius fue detenido luego de que la policía añadiera una nueva acusación por violación a una joven. “La imputación incluye también un caso de infracción del artículo 291 b del código penal por mantener relaciones sexuales con alguien que está inconsciente o que por otros motivos no puede oponerse al acto”, anunciaron las autoridades en un comunicado policial.
Pero este no es el primer enfrentamiento de Borg Høiby con la justicia. De hecho, esta detención es la tercera ocasión en la que se ve involucrado en incidentes legales en los últimos meses. Sin embargo, con estos nuevos cargos, la pena que podría enfrentar asciende hasta los 10 años de cárcel, lo que ha puesto a la realeza noruega en la mira.
El escándalo que envuelve a la realeza noruega
Recientemente, la atención de los medios internacionales se ha centrado en la princesa Mette-Marit, quien se ha visto envuelta en controversias debido a su manejo de los problemas legales de su hijo, Marius Borg Høiby.
Según el medio VG, la heredera a la corona habría alertado a su hijo sobre una inminente visita de la policía, lo que le habría permitido eliminar posibles pruebas antes de su detención. De acuerdo con esta versión de los hechos, Mette-Marit incluso habría participado en la limpieza de la casa de Marius, antes de trasladarlo al lugar donde se entregaría a las autoridades.
“La Policía y Marius acordaron por teléfono reunirse en la escuela Jansløkka, cerca de Skaugum, donde fue detenido. Después de la llamada telefónica transcurrieron 33 minutos, durante los cuales la princesa heredera, supuestamente, limpió la casa de su hijo y luego lo llevó al punto de encuentro”, sostuvo el medio.
Además, aseguran que Mette-Marit se habría contactado directamente con la presunta víctima de su hijo para influir en los hechos.
Esta serie de eventos ha provocado una ola de críticas hacia la futura reina, cuestionando no solo su comportamiento en este incidente, sino también su capacidad para desempeñar su rol en la familia real noruega.
