A las 04:30 horas de este viernes la Sala del Senado concluyó el despacho de la Ley de Presupuesto 2025, marcado por la discusión que generó la partida de Educación, que tendrá la mayor asignación de recursos de la iniciativa con $17 mil millones y que solo se destrabó con un protocolo de acuerdo que dejó como resultado el término del Sistema de Admisión Escolar (SAE) para el periodo 2026.
Este protocolo, que permitió que fuera aprobada por 27 votos a favor, sin abstenciones o en contra, además considera la reposición de recursos para los Servicios Locales de Educación Pública (SLEP) y la recuperación de los liceos emblemáticos, entre otros aspectos.
Pero el aspecto principal de esta aprobación de los dineros para Educación es el fin del SAE tras 2025, por lo que en enero próximo “se convocará a una mesa técnica con representantes de centros de estudios, académicos, sostenedores, entre otros, con el objeto de identificar medidas de optimización y mejora al Sistema de Admisión Escolar”.
“En marzo de 2025 la comisión deberá evacuar informe con recomendaciones al Ministerio de Educación y a las Comisiones de Educación del Senado y la Cámara de Diputadas y Diputados. Los resultados de este trabajo permitirán generar indicaciones que se presentarán durante el mes de abril”, consigna el acuerdo.
De esta manera, en 2026 se aplicará un sistema alternativo para llevar a cabo la postulación y admisión a los establecimientos educacionales.
Fin a la “tómbola” del SAE
Al respecto, el ministro Nicolás Cataldo declaró que “durante el año 2025, para el proceso de admisión escolar del año siguiente, no se implementará lo relativo a la aplicación del procedimiento de admisión aleatorio proporcionado por el Ministerio de Educación”.
“En su reemplazo, mientras no se haya dictado la ley que modifique el Sistema de Admisión Escolar, la cartera deberá regular el procedimiento alternativo de admisión mediante un Decreto Supremo”, agregó.
Este anuncio fue celebrado por Chile Vamos y la oposición, principales detractores del SAE, al cual acusaron de no privilegiar el mérito escolar, en voz de la diputada Natalia Romero (UDI).
“Estamos muy satisfechos de que se haya aprobado uno de los principales anhelos de las familias chilenas, que era poner fin a este pésimo sistema que lo único que estaba provocando era dañar la educación de nuestro país. Lamentablemente, por querer cambiarlo todo, actualmente tenemos un sistema que no premia el rendimiento académico de los estudiantes, que no privilegia la cercanía de los colegios con el hogar y que, incluso, por muchos años, obligó a cientos de apoderados a tener que acampar durante varias semanas para tratar de conseguir una matrícula. Todo eso, sin embargo, se va a terminar con este acuerdo que hemos suscrito en el Congreso”, celebró la parlamentaria.
La legisladora UDI aseveró “lo más importante ahora es que para el año 2026 ya no existirá la famosa tómbola en el sistema y que durante todo el 2025 deberemos buscar las mejores propuestas para tener un nuevo proceso, que sea mucho más justo, equitativo y que, además, privilegie aspectos como el mérito académico de los estudiantes, que es la principal demanda de los padres y apoderados”.