La alfabetización digital es fundamental para la inclusión ciudadana, el acceso a empleos de calidad y la disponibilidad de una fuerza laboral efectiva para la economía digital, en concordancia con la necesidad de capacitar a jóvenes y adultos para asegurar oportunidades de empleo decente y fomentar el emprendimiento en todo el mundo. En ese contexto, esta alfabetización incluye una serie de habilidades cognitivas, motoras, sociales y emocionales complejas, que se vuelven esenciales en un entorno digitalizado.
A pesar de esta urgencia, en Chile no existen instrumentos metodológicos robustos para medir las competencias digitales de la fuerza laboral y orientar políticas públicas de desarrollo. En la Universidad Diego Portales dimos un paso adelante al desarrollar una encuesta probada en 450 trabajadores que mide dimensiones como infraestructura, educación digital, competencias digitales y ciudadanía digital. Como resultado identificamos tres niveles de alfabetización.
El nivel bajo está compuesto por una mayor proporción de personas sobre 65 años y un nivel educativo y de ingresos generalmente bajo. El 28% nunca tiene internet en casa, y cuando lo tienen, solo un 15% reporta alta velocidad. Además, el acceso a internet y computadoras en el trabajo es mínimo y el 82% nunca recibe capacitaciones digitales. Este perfil muestra dificultades en la resolución de problemas básicos en dispositivos y sus capacidades para leer, comprender y escribir es baja.
El nivel intermedio lo conforman principalmente hombres de 20 a 44 años, personas con educación media o superior incompleta y acceso generalizado a internet. Si bien enfrentan desafíos en habilidades digitales como la “expresión de emociones” y el “razonamiento digital”, destacan en resolución de problemas básicos, como la actualización de software y el manejo de trámites bancarios. Se caracterizan por competencias medias al leer y escribir, demuestran mayor pensamiento críticos frente a la información en redes sociales o internet y quisieran mejorar sus habilidades a través de la capacitación.
El nivel alto de alfabetización digital se caracteriza por un mejor desempeño en todos los factores, tiene una distribución de género equilibrada y está compuesto en su mayoría por jóvenes de 20 a 34 años y personas con educación universitaria o de posgrado. En general cuentan con ingresos altos y residen en zonas urbanas. Destacan en el uso cotidiano de herramientas digitales, en habilidades como el análisis de información y la adaptación de nuevas tecnologías, esenciales en la economía digital. Este grupo demuestra mayor confianza al interactuar en línea, superar problemas y gestionar tareas.
Si Chile aspira a ser un país competitivo y socialmente inclusivo en la era digital, la alfabetización digital debe ser un pilar estratégico en la agenda pública, desarrollando políticas y programas de educación que promuevan estas competencias especializadas en todas las etapas educativas y laborales, brindando oportunidades de capacitación especialmente a los grupos más vulnerables y a aquellos con menos acceso a educación formal.