Hamás nombró este martes como nuevo líder político a Yahya Sinwar, quien es considerado el cerebro del ataque contra Israel del pasado 7 de octubre. Sinwar, líder de Hamás en Gaza, ha rechazado persistentemente las propuestas de alto el fuego y envió múltiples mensajes a sus intermediarios, en los que muestra una clara preferencia por mantener la lucha activa.
“Tenemos a los israelíes justo donde queremos”, expresó, según documentos revisados por The Wall Street Journal.
Un análisis de esos mensajes privados revela cómo el terrorista busca prolongar el conflicto bajo la creencia de que debilitará a Israel más de lo que afectará a Hamás. De hecho, a pesar de las intensas negociaciones con funcionarios de Estados Unidos, Qatar e Egipto, Sinwar ha mantenido su postura, convencido de que ceder a un alto el fuego sería un error estratégico.
La inteligencia israelí, que también recibió confirmación durante el interrogatorio de un alto funcionario de Hamás capturado en Gaza, contó al Jewish Chronicle cómo el líder pretende correrse de la escena: huir a Irán a través del Corredor de Filadelfia, llevándose consigo a los rehenes.
Aunque su propaganda cuenta con un gran apoyo internacional, Sinwar, conoce la realidad de los hechos: sabe que la capacidad militar de Gaza sufrió un golpe fatal en 11 meses de guerra.
También es muy consciente de que no tiene ninguna posibilidad, ni siquiera desde la clandestinidad, de volver a gobernar el enclave y el enorme río de dólares que antes de la guerra llegaban de medio mundo.
¿Entonces que persigue? Porque está claro que es uno, sino el principal escollo, para una tregua de paz.
Según refleja en su correspondencia, cree firmemente que la resistencia continuada, incluso ante un enemigo superior militarmente, beneficiará a su organización terrorista a largo plazo.
Sinwar anticipó que la prolongación del conflicto podría llevar a Israel a una ocupación sostenida de Gaza, un escenario que él considera favorable para Hamás. En varias declaraciones, Sinwar explicó que incluso si Hamás pierde militarmente, una ocupación israelí podría desgastar a Israel tanto económica como políticamente.
Y por eso -según analistas- no se alcanzó ningún acuerdo o compromiso en los últimos ocho meses, a pesar de los esfuerzos de Estados Unidos, Egipto y Qatar. Ni el primer ministro de Israel Netanyahu ni Sinwar, por razones contrapuestas, quisieron ceder sus posiciones en el corredor de Filadelfia- Límite entre Egipto y Gaza-
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, destacaba el jueves que “el mayor obstáculo para un acuerdo es Hamás, por lo tanto, Sinwar, es el responsable de eso, no hay duda”.
¿Y qué buscó Hamás y Sinwar con el ataque del 7 de octubre?
Planeados y aprobados por él, estos ataques tenían como objetivo romper la parálisis en la resolución del conflicto israelí-palestino y revivir su importancia diplomática global.
La toma de rehenes y la violencia extrema fueron vistas por Sinwar como herramientas para retrasar una operación terrestre israelí y presionar a Israel para que hiciera concesiones. Sin embargo, subestimó la respuesta israelí, con Netanyahu declarando la intención de destruir a Hamas mediante presión militar.
Si Sinwar pretende huir para rearmarse, deberá intentarlo a través de los túneles de Gaza, llevándose a los rehenes como escudo humano. Pero tendrá que cruzar el Sinaí por el Corredor de Filadelfia, una zona que justamente, Benjamín Netanyahu, quiere mantener bajo el control de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) a toda costa, y en ese punto, no está dispuesto a ceder.