La Fiscalía de Ecuador ratificó que los cuerpos quemados encontrados días atrás corresponden a los cuatro niños que desaparecieron el pasado 8 de diciembre en Guayaquil, hecho por el cual fueron detenidos 16 miembros del Ejército.
El organismo indicó en redes sociales que “los resultados de las pericias de genética forense confirman que los cuatro cuerpos encontrados en Taura corresponden a los tres adolescentes y un niño desaparecidos tras un operativo militar el 8 de diciembre”.
Abraham Aguirre, uno de los abogados de las familias involucradas, precisó que “la prueba de ADN confirmó que los cuatro cuerpos encontrados en Taura son de los cuatro niños desaparecidos. Estos exámenes se toman un tiempo, pero en virtud de la premura y la conmoción que ha causado este caso, el laboratorio de Criminalística remitió el informe a la brevedad”.
Los niños desaparecidos fueron identificados como los hermanos Ismael y Josué Arroyo, de 15 y 14 años, además de Saúl Arboleda, de 15, y Steven Medina, de 11, quienes salieron a jugar fútbol en el barrio Las Malvinas.
Sin embargo, fueron detenidos por una patrulla militar, siendo llevados a Taura, lugar donde se ubica una de las bases de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), tras lo cual se perdió su rastro, a pesar de que los militares aseguraron que los dejaron con vida en el camino.
Por su parte, la Justicia de Ecuador indicó que se estaba frente a una desaparición forzada, cuyas penas llegan a los 26 años de cárcel, y con “responsabilidad del Estado”, al plantear que los 16 militares involucrados “no cumplieron con los protocolos establecidos para estos casos”.
