Fue el pasado 9 de diciembre de 2024 cuando se confirmó que un reo en la Cárcel El Manzano de Concepción decapitó a su compañero de celda. A más de dos meses de ese brutal homicidio, se dio a conocer el testimonio que entregó Diego Valdés San Martín, conocido como el Indio Loayza, a Gendarmería y un psiquiatra de la Defensoría Penal Pública (DPP).
La víctima fue identificada como Vincent González de 27 años, alias el Guatón Golo, quien sufrió múltiples lesiones y cuyo cuerpo fue encontrado en su cama, por funcionarios del penal en un escenario que fue descrito como una ceremonia con sangre en la pared y una biblia.
Según contó Valdés esa misma mañana, “yo estaba en la pieza y de repente empezamos a bailar. Yo, el Joker, el Diablo y el Golo. Le vi cara de diablo y lo sacrificamos entre los tres (supuestamente junto al Joker y el Diablo)”, consignó BioBioChile.
“Le pegué una puñalada, lo ahorqué con una pita y de ahí le corté la cabeza con una lata, dejándola en la pieza. Eso no más recuerdo”, relató, dando cuenta que todo esto ocurrió cuando González preparaba su cama para dormir. “Yo lo vi… Lo vi al Joker en la muralla. Me dijo mátalo y yo pensé… También le tiene que haber dicho eso mismo a él. Así que dije es él o soy yo“, explicó.
Tras esto, continuó, “con un cordón lo asfixié hasta que se murió. Ruido no hizo nada, no dijo nada… y le puse una puñalada en el corazón. Le cercené el cuello, es que era para poder hacer el pacto con el Diablo. Era hacer un sacrificio de sangre como los mayas, eso de entregar los cuerpos en un sacrificio”.
“Tenía que invocar al Diablo para que no me fuera pasar nada a mí, así que ahí escribí el 666 en la muralla y como me había mandado a decir que lo matara, yo hice eso. También hice la estrella de David, igual podía servir”, acotó.
El pacto no tuvo efecto
Diego Valdés explicó en su testimonio que el cuerpo de Vincent González, posterior a su asesinato, “lo tiré en su cama, le corté la cabeza para botarla por la escalera igual que los mayas en la mañana y así me diera la bendición“. Con esto, indicó, el resto de la población penal se alejaría de él y podría ser libre.
·”Yo estoy tranquilo en mi pieza ahora. Esa es la ganá’… (sic) tenerlo a él de amigo, al Diablo, para que me saque todas estas personas que me miran”, dijo, pero inmediatamente después señaló que el pacto no estaba teniendo efecto. “Igual tengo que seguir mirando el suelo, igual me miran y hablan de mí… Yo creo que no está funcionando el pacto“, añadió.