La familia de la chilena Carolina Andrea Nazir Salinas, de 51 años, está pidiendo ayuda a la Cancillería para repatriar su cuerpo a nuestro país, luego de que fuera víctima de un femicidio en Florianópolis, Brasil.
De acuerdo a lo reportado por la prensa de Brasil, el crimen de la mujer fue descubierto el lunes 16 de septiembre en su departamento, el que compartía con su hija Josefa Lastarria, quien viajó por esos días a pasar las Fiestas Patrias en Chile.
Según contó posteriormente la joven, estando en nuestro país recibió mensajes desde el celular de su madre que la dejaron muy intranquila. “Yo la notaba extraña, porque escribía con faltas de ortografía“, recordó Josefa.
Qué se sabe del femicidio de la chilena
Luego que se descubriera el femicidio de la chilena, la policía de Florianópolis inició las tareas para dar con el responsable, lo que permitió identificar a Alejandro Techera, un ciudadano uruguayo que vivía en situación de calle.
El rápido trabajo policial consiguió dar con el sujeto cuando estaba en una localidad ubicada a 50 kilómetros de la frontera con Uruguay, según detalló un informe.
Pese a que la policía de Brasil no ha proporcionado más antecedentes del femicidio de la chilena, vecinos dijeron que la noche previa a descubrirse el cuerpo de Carolina, escucharon gritos al interior del departamento.
“Probablemente porque mi mamá se imponía y no dejaba que la pasaran a llevar o le dijeran algo“, dijo Josefa en Santiago, tras enterarse de esa información.
El cadáver de la mujer lo encontró un conserje del edificio, quien ingresó al departamento alarmado porque los perros de la víctima llevaban un tiempo inusualmente largo fuera de la residencia.
Qué contó la hija de la víctima sobre el presunto femicida
Tras enterarse de la captura del presunto asesino de su madre, Josefa Lastarria le contó a 24 Horas que Techera era un sujeto que vivía en la calle y que le dijo a su madre que padecía un tumor cerebral, lo que conmovió a la mujer, quien decidió ayudarle, dándole casa y comida.
“Conoció a este tipo en la playa. Era un vagabundo que vivía en la calle y ahí mi mamá hizo amistad con él. Le dijo a mi mamá que tenía un tumor cerebral y ahí mi mamá cayó en la labia de él. Lo quiso acoger en la casa y le dio alimentos“, relató la joven.
“Yo le dije a mi mamá y le advertí; a mí me daba mala espina, le dije que era mentira lo que él decía. Todos le advertimos que cómo andaba con él, y cómo lo metió a la casa”, relató Josefa.