La reforma al sistema político presentado por senadores del PS, PPD, RN, Evopoli y UDI, con el cual buscan terminar con los partidos políticos “pequeños” y evitar la aparición de “díscolos” para fomentar la creación de mayores coaliciones, provocó una rebelión en la Cámara de Diputados, ya que varios de sus parlamentarios se verían afectados con esta iniciativa.
Es que en caso de convertirse en ley, peligraría la continuidad de tiendas como Amarillos, Demócratas, Acción Humanista, FRVS, Partido Humanista, Partido Radical o el propio Evópoli, además de limitar la capacidad de los independientes de formar listas para presentarse a elecciones parlamentarias.
Uno de los primeros en alzar la voz fue el presidente de la Comisión de Constitución, Miguel Ángel Calisto (IND), parte de la bancada de Demócratas, quien acusó a los firmantes de legislar “con la calculadora en la mano”.
“Hacerlo en este momento es improvisado, y a mi juicio, me parece más bien una fórmula de asegurar cupos parlamentarios, más bien es una reforma con calculadora en la mano, más que una reforma que termine por beneficiar al país respecto de su sistema político”, expresó.
Una postura similar tomó el diputado Andrés Jouannet, presidente de Amarillos, otra de las colectividades directamente apuntadas con la propuesta del Senado, que declaró a Emol que “una reforma política que no considere al centro no va a avanzar ni va a pasar (…) si la izquierda y la derecha quieren seguir en esta disputa bipolar, quieren seguir instalado cada uno en sus trincheras y avanzar cada uno para en definitiva tener el poder un periodo uno y el poder otro periodo el otro sector, se equivocan”.
¿Vuelta al binominal? los dardos a la gestión de Elizalde por reforma al sistema político
Otro de los mayores cuestionamientos surgidos desde la Cámara Baja a la reforma al sistema político emanada del Senado es la nula gestión realizada al respecto por el ministro de la Segpres, Alvaro Elizalde, al que apuntaron por no comunicar esta iniciativa a los diputados.
Eric Aedo (DC), vicepresidente de la Corporación, alegó en La Tercera que “si es que efectivamente hay interés por reformar el sistema político chileno y evitar la fragmentación enorme que existe hoy, hay que hacer las cosas bien, no como lo hizo un grupo de amigos, o casi de amigotes en el Senado. Para una reforma política en serio se requiere la concurrencia de todos los partidos que tienen trayectoria e historia en este país”.
Para el diputado Tomás Hirsch, presidente de Acción Humanista (AH), “el proyecto presentado me parece profundamente antidemocrático. En vez de profundizar el sistema democrático, pretenden volver camufladamente al binominal (…). Yo espero que no avance esta reforma y que el Gobierno entienda que hay que profundizar la democracia y no restringirla como se pretende con este proyecto”.
“¿Qué es lo que quieren? ¿Volver al binominal, aunque lo estén disfrazando? Menos democracia, menos participación, puro retroceso. ¿O será que lo que buscan es volver a la época de las cuatro paredes, de las boletas de Soquimich, los casos Penta y la ley Longueira?”, agregó la vicepresidenta de la misma colectividad, Ana María Gazmuri.
Frente a la controversia desatada por esta propuesta de reforma, el apuntado ministro Alvaro Elizalde decidió tomar distancia de ella y reconoció que su futuro es incierto ante la falta de apoyo en la Cámara Baja.
“Nosotros valoramos todas las iniciativas que contribuyan a sacar adelante una reforma al sistema político que tenga por objeto enfrentar la atomización e incentivar el agrupamiento, podríamos decir, de quienes comparten valores, principios, proyectos de país en partidos y fuerzas políticas que sean más representativas. No obstante, obviamente, el proyecto en particular tiene un apoyo importante en el Senado, pero no necesariamente en la Cámara. Y por eso hemos dicho que es necesario dar un paso adicional a través de un diálogo para generar un acuerdo”, precisó a radio Agricultura.