Poco a poco se están revelando los planes de Trump para MAGA, su proyecto de “hacer América (EE:UU) grande de nuevo” y la trama que está tejiendo para realizarlo. El magnate sigue dos líneas paralelas cuyos resultados son dudosos y causarían la desgracia y sufrimiento de millones, cosa que a él poco importa con tal de llevarlas a cabo. Los cálculos son simples y el mensaje claro: sin mí no podéis hacer nada, sois nada; con mí debéis hacer lo que yo quiera, os guste o no, os cueste lo que cueste. Eso va para Ucrania, Europa, Palestina, Canadá, Groenlandia y parte del mundo árabe. Yo mando, vosotros obedecéis. Yo tomo lo que quiero, vosotros lo aceptáis. ”Nunca aprendo nada de nadie, porque lo sé todo”, la frase que pronunció mientras se coronó rey de su país.
Megalómano, narcisista y sociópata que, según IA: “No distingue entre el bien y el mal, ignora los derechos y sentimientos de los demás, no siente remordimiento por sus acciones, manipula a los demás para su propio beneficio, incumple las normas sociales y miente o engaña”. Pero extremadamente astuto, falto de escrúpulos y piedad y, al parecer con una agenda minuciosamente preparada para reinar.
La primera de las líneas consiste en terminar con los dos conflictos: eurásico y medio oriente. La segunda, aumentar el imperio estadounidense y, de paso, su propio poder y fortuna. Para lograrlo está gobernando la gran democracia del norte – hasta ahora sin trabas – mediante decretos, como una empresa unipersonal, encima del parlamento y el sistema judicial.
Europa
Cambió la concepción sobre Putin de agresor a agredido, exigiendo a Europa a “moderar su lenguaje”, levantar las sanciones y las condenas que pesan sobre Rusia y suspendió la ayuda a Ucrania que Biden inició; exige su devolución – multiplicada ocho veces – sin ofrecer nada en cambio (Shylock, del Mercader de Venecia de Shakespeare, que exige a su deudor pagar con una libra de su propia carne, aunque eso signifique que muera desangrado). Está negociando con el Zar sin Ucrania y sin Europa: Rusia se queda con una – aún desconocida – porción de Ucrania y EE.UU. con la mitad de lo que el resto del país produzca. Mientras un desesperado Zelenski trata negociar el monstruoso acuerdo, Putin avanza rápidamente para quedarse con la mayor superficie posible.
Consecuencias
Rusia se quedará sí o sí con una parte de o toda Ucrania, reconquistando lo que perdió con el colapso de la USSR. Ya nadie le quitará lo ocupado por fuerza o una paz acordada, nadie castiga a Putin, ni frena sus futuros planes imperialistas. Se crea un antecedente que en la práctica lo autoriza atacar a cualquier otro país. Una Europa débil y desunida (ver discurso de Orban el 23 de febrero…) necesitará la asistencia americana para su seguridad que depende de la relación Trump-Putin pues si el primero decide retirar sus tropas del Continente…
Pero lo peor: también autoriza en la práctica a Trump a engullir de alguna manera a Canadá y Groenlandia. Una Europa debilitada no podrá impedirlo.
Oriente Medio
Israel fracasó en su intento de exterminar a Hamás; el grupo terrorista está hoy más audaz y preparado que antes de su ataque artero. Así lo testifican las imágenes de guerreros con uniformes impecables, armamento pesado y crueles escenas teatrales en el mismo corazón de Gaza. Trump propone “limpiar” la franja de su población palestina invitando a países árabes, donde EE.UU. tiene intereses con sus dueños, a acogerla y construir un nuevo país. De paso, obliga a Israel a cederle el territorio despejado, más para sus propios planes que su país. Nada importa el destino de los desterrados y sin duda, Cisjordania seguirá el destino de Gaza en un futuro muy cercano.
Consecuencias
El propósito es debilitar la influencia china tanto en el Medio Oriente como el Sudeste Asiático. Trump busca amigarse con Putin, asociado de Irán, éste el mayor enemigo de Israel; e Israel es el protegido deTrump… El zar ruso es inseparable a la vez de China, el mayor competidor y adversario de EE.UU. y que está por arrebatarle el liderazgo mundial y ocupar Taiwán, protegido por EE.UU; Putin también es sostenedor de Kim, acérrimo enemigo de Corea del Sur, país aliado férreo de USA – todo ese trama pierde presión si los presidentes de EE.UU. y Rusia llegan a asociarse.
La gran pregunta: ¿QUÉ HARÁ XI JINPING? ¿Amenazará con una tercera guerra mundial? El escenario hoy está ocupado por cuatro actores: Estados Unidos, Rusia, la Unión Europea y China. Una unión entre los tres primeros limitaría los planes, el poder y la influencia del cuarto.
Quo vadis mundus?
