Claudia di Girolamo envió un correo electrónico a Cristián Campos en enero de 2021, tres años antes de que se concretara la presentación de una denuncia en su contra por abuso sexual en contra de Raffaella di Girolamo, donde daba cuenta de los hechos que su hija le imputó.
Según precisó un reportaje de T13, que tuvo acceso a la carpeta investigativa del juez del 34° Juzgado del Crimen, Edgardo Gutiérrez, la actriz de La Fiera le comunicó a ex pareja que Raffaella estaba en terapia por lo sucedido.
“Mi hija Raffaella está en terapia (que ella se paga después que la manipulaste años con que le pagabas terapia para “ayudarla”) por el profundo amor que siente por sus hermanos Antonio y Pedro, la hacen permanecer en silencio, pero su herida está intacta y con fuerza a pesar del paso del tiempo… eso hace el abuso y su violencia, no desaparecen nunca, no se pueden sacar de encima. Sin embargo, ella sabe que tiene mi apoyo incondicional, mi confianza y mi amor infinito”, le indicó Di Girolamo.
En esta línea, la madre de Raffaella le pidió a Cristián Campos que “ni siquiera intentes responderme, ni buscarme, mucho menos a mi hija Raffaella… no hay argumento ni réplica posible que justifique lo que hiciste… por lo demás, ya conocemos de memoria todas tus posibles palabras, porque todos los abusadores dicen lo mismo, pero de distinta manera. Te escribo esto para que sepas que yo sé… y porque este acto puede ayudar a sanar a mi hija… y a mí”.
Claudia di Girolamo entregó más detalles sobre este mail en su entrevista con el juez Gutiérrez que “efectivamente en la carta enviada a Cristián, señalé que intuí que él era el abusador, ya que recordé lo de las fotografías que le tomaba a mi hija y también recordé el día que lo encontré desnudo en la cama de Raffaella”.
A pesar de que la actriz le pidió a Cristián Campos que no le respondiera, la pareja de María José Prieto lo hizo un mes después, dejando en claro que era inocente de las acusaciones que realizó Raffaella.
“Tú eres libre de juzgar y pensar lo que quieras, pero las cosas no son siempre como uno cree. A veces las cosas son más complejas (…) Sé que no soy un santo, nadie lo es. Pero no soy ese mal bicho que describes en tu carta. Estoy lejos de esa descripción. Tengo una vida limpia. Y tengo buenas razones para que así sea. Tengo tres hijos maravillosos que son mi luz y mi razón de ser”, le expresó Campos.