Chile volvió a decepcionar en el Estadio Nacional, al caer por 2-1 ante Brasil un discreto encuentro marcado por los errores defensivos de la Roja, los que que fueron aprovechados por uno de los peores Scratch que se han visto en el último tiempo.
La sorpresa se instaló al minuto de juego, ya que una jugada entre Darío Osorio – que otra vez mostró que la camiseta de la Selección le queda grande- y Felipe Loyola encontró a Eduardo Vargas, que con un cabezazo a segundo palo puso el 1-0.
Esto aleonó a Chile, que tuvo unos primeros 10 minutos que dieron esperanza al público presente con lograr un buen resultado. Sin embargo, este envión fue rápidamente aplacado por un Brasil que, si bien tuvo el control del balón, no pudo profundizar con peligro.
Cuando parecía que el primer tiempo terminaba con ventaja de la Roja, una desconcentración provocada por los reclamos de una supuesta falta penal a Diego Valdés, provocó un contragolpe brasileño capitalizo por Igor Jesús para igualar el marcador a los 45.
En el complemento se vio una extensión de lo vivido en gran parte de la primera etapa, con Brasil controlando el balón, pero sin llegar al arco de Brayan Cortés, mientras Chile se extremaba en defensa.
La Selección mostró algo de rebeldía con los ingresos de Lucas Cepeda, Marcelo Morales y Gonzalo Tapia – del ninguneado Torneo Nacional por parte de Gareca- provocando aproximaciones al área de Ederson.
Pero todo se fue al tacho de la basura en los 89 minutos, cuando Morales mostró una floja marca ante Luiz Henrique, que sin nadie al frente marcó el 2-1 para Brasil con un tiro esquinado y sentenció el destino de Chile, que se mantiene penúltimo en las clasificatorias, con míseros cinco puntos.