Durante este jueves 12 de septiembre, el futbolista español Hugo Mallo fue declarado culpable de abuso sexual por manosear a una mujer caracterizada de la mascota del equipo rival, específicamente del Espanyol, por lo cual deberá pagar una multa y una indemnización por daños morales.
El jugador de 33 años que en aquel momento pertenecía al club de LaLiga, Celta de Vigo y que ahora milita en el club griego Aris de Salónica, fue declarado “autor responsable de un delito de abusos sexuales”, de acuerdo a la sentencia de un tribunal de la ciudad de Barcelona.
Debido a esta razón, el lateral derecho fue condenado “a la pena de 20 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros” y a indemnizar con 1.000 euros para la víctima por daños morales, lo que se traduce en $1.037.410 chilenos.
¿Cuándo ocurrió el hecho protagonizado por Hugo Mallo en el fútbol español?
El hecho ocurrió el 24 de abril de 2019, cuando los futbolistas se estaban saludando previo al duelo entre Celta de Vigo y Espanyol. Tras ello, el capitán del conjunto celeste pasó cerca de la mujer que estaba disfrazada de periquita “con la intención de satisfacer su ánimo libidinoso y de menoscabar la indemnidad sexual de la misma, le metió las manos por debajo del disfraz y le tocó los pechos”, según dice la sentencia.
Ante esta situación, el documento sostiene que la mujer no tuvo otra opción que “retroceder y apartar al acusado con la mano derecha”.
La respuesta de Hugo Mallo tras condena por abuso sexual
Luego de que la sentencia se diera a conocer, el futbolista Hugo Mallo emitió un comunicado a través de sus redes sociales, donde aseguró que continúa negando “rotundamente los hechos que se me atribuyen en la referida sentencia y comunico mi total desacuerdo con la argumentación de la misma”.
Tras ello, el jugador de 33 años sostuvo que “una vez que concluya el análisis de dicha resolución, se procederá al recurso apropiado de Apelación ante la Audiencia Provincial de Barcelona”.
En esa línea, el defensor apuntó que “ante las informaciones aparecidas, quiero resaltar que dicha sentencia recoge que mi tono en la declaración fue firme y ausente de toda contradicción, en la que reconocí que, al finalizar los saludos y dar la vuelta para dirigirme al centro del campo, mi mano pudo tocar la cintura de la periquita, negando absolutamente que se hubiera producido un tocamiento en los pechos de la periquita”.
Para cerrar, Hugo Mallo anunció que “agotaré todas las instancias que sean necesarias para defender mi inocencia respecto a unos hechos sobre los que niego absolutamente cualquier autoría”.
