Era el 17 de agosto de 1986 en el Estadio Azteca. Una edición más del Clásico Nacional entre América y Chivas tenía lugar, pero una de las ‘batallas campales’ más recordadas de la historia entre estos equipos se produjo luego de las expulsiones de Fernando Quirarte y Carlos Hermosillo, lo que obligó a la inédita decisión de suspender el partido al minuto 72 con la ventaja mínima para los locales.
Lo que vino después fue el bochorno y las suspensiones de la Comisión Disciplinaria, las cuales fueron ejemplares dada la violencia vista, sin embargo, el partido no había terminado, y esto llevó a que el 1 de octubre de ese año, varias semanas después de lo sucedido, azulcremas y rojiblancos se vieran las caras de nuevo para completar el encuentro, y esto sirvió para el debut de jóvenes, como fue el caso del americanista Enrique Rodón.
En charla con mediotiempo, Rodón, quien aprovechó esta oportunidad para mostrar sus condiciones y quedarse en el club de Coapa hasta 1995, recuerda cómo fue aquel extraño ‘miniclásico’ de 18 minutos, jugado sin gente en el Coloso de Santa Úrsula, donde América mantuvo el resultado, y el cual destacó por la ‘paz’ entre jóvenes después del vergonzoso espectáculo que dio la vuelta a México y al mundo.
“Se reinició 10 contra 10. La Comisión Disciplinaria había suspendido a más de la mitad del equipo. Las dos primeras semanas hubo esa incertidumbre de si se iban a jugar (los 18 minutos restantes) hasta que Chivas reclamó. Yo estaba en la reserva profesional, me subieron a entrenar con el primer equipo y ya desde esa vez nos quedamos, yo debuté con el nervio de haber debutado en un clásico, aunque sea 18 minutos, pero son 18 de un clásico”.
“El ambiente extra cancha estaba muy caliente, al final el Zurdo (DT de América) nos mandó a dormir la pelota. Entrenamos más para destruir el juego del rival que para construir y anotar un segundo gol. Jugamos así, a aguantar un poquito, a tener la pelota y aguantarla… al final terminamos los 18 minutos y todos nos dimos un abrazo, tanto Chivas como América. Después de cuatro semanas que se jugó, la cosa seguía caliente, pero las siguientes sirvieron para enfriar. Después al siguiente (clásico) se tranquilizó la cosa”.
Rodón tenía en aquel tiempo 21 años de edad, pero cumplió con una buena actuación, y el ser enviado a la cancha para empezar su carrera en un partido contra Chivas le sirvió para poder crecer como futbolista entre la gran competencia interna que había, pues las Águilas contaban con gran cantera en aquel entonces, misma que le fue muy útil para los éxitos de los años siguientes.
“Era algo emocionante, aunque fuera sin público. Chivas tuvo dos o tres oportunidades ahí cerquita del área, a mí me tocó marcar a Jaime Pajarito, la verdad fue una excelente experiencia, un poco nervioso obvio, pero los compañeros te cobijan, ese América estaba plagado de estrellas, pero había muy buena cantera para poder cubrir”.
¿Quién fue el culpable de la bronca en el Clásico Nacional?
En la opinión de Enrique Rodón, la gran trifulca se desató por una imprudencia de su compañero Carlos Hermosillo, pues antes de salir de la cancha por su tarjeta roja le pegó a un jugador del Guadalajara enfrente de sus rivales y a partir de ahí la pelea creció exponencialmente. Cabe recordar que esta era la segunda gran campal con el Rebaño, pues algo similar había sucedido en la Semifinal de Vuelta de la temporada 1982-1983.
“En el segundo tiempo pues al final no se aguantaron y empezaron las entradas fuertes. Yo creo que ahí el que perdió la cabeza y no supo perder fue Carlos Hermosillo, porque al final lo pisa al jugador de Chivas, y ahí fue donde empezaron a corretearse, a tirar patadas. Para mí el que empezó la bronca fue el equipo América porque con una entrada, al momento de levantarse pasa y lo pisa”.
“Al final cuando llegamos al vestidor no comentamos quién inició, si hubiéramos hecho esto o el otro, lo primero que preguntábamos fue si todos estaban bien. Y al otro día con la televisión fue cuando nos dimos cuenta realmente lo que había pasado. La verdad fue demasiada pasión, tú te descuidabas, te llegaban por la espalda y te pegaban. Era la segunda (bronca con Chivas) que se organizaba, ahí quedaba un pique todavía, porque no todos, pero casi fueron los mismos jugadores”.
El Zurdo López estuvo ‘orgulloso’ de América tras la pelea
Finalmente, Rodón confesó que ya en el vestidor, con los ánimos más calmados y al ver que todos se encontraban relativamente en buenas condiciones, su entrenador, lejos de reprenderlos, se mostró orgulloso por la lealtad entre compañeros al defenderse de las agresiones rivales.
“Al Zurdo López le gustó, aunque no estaba de acuerdo, pero le gustó que nos hayamos defendido, afortunadamente no pasó a mayores, pero el entrenador dijo: ‘bueno, es nuestra casa, nos defendimos bien, no es lo ideal armar bronca’… como diciendo, que no vuelva a pasar, pero no nos dejamos de las Chivas“.