Nuestras células utilizan la Coenzima Q10 para mantenerse saludables, y gracias a ella es que pueden generar la energía que necesitan. Cuando somos jóvenes se almacena en grandes cantidades, llegando a su pico máximo alrededor de los 20 años de edad, y después comienza a descender paulatinamente. Además, las personas que padecen enfermedades del corazón, y quienes toman medicamentos para regular el colesterol (estatinas), suelen tener niveles más bajos.
¿En qué alimentos se encuentra? En las carnes, las aves y el pescado, los frutos secos y el aceite de soya. Sin embargo, con la dieta es muy difícil incrementar de manera significativa los niveles de Coenzima Q10 en el cuerpo.
Suplementación. Existen suplementos en forma de cápsulas, tabletas masticables y jarabes. Se consideran seguros, sin embargo siempre es recomendable consultar con tu médico, antes de consumir cualquier suplemento. Su uso puede favorecer problemas como:
- Migrañas. Podría disminuir la frecuencia de dolores de cabeza.
- Enfermedades del corazón. Ayuda a mantener la función saludable del corazón, disminuye los niveles de colesterol malo (LDL) y podría reducir la presión arterial.
- Rendimiento físico. Sabemos que el ejercicio es un estrés para el cuerpo, e incluso a nivel amateur puede llevarnos al límite, causando lesiones musculares, dolor y fatiga crónica. La coenzima Q10 nos protege del daño celular y puede mejorar nuestro rendimiento en el deporte y a lo largo de todo el día.
- Fibromialgia. Los pacientes tratados con Coenzima Q10 han demostrado mejorar en síntomas como: dolor, fatiga y rigidez. Además, la coenzima permite producir más antioxidantes y controlar mejor la enfermedad.
¿Cuánto deberíamos tomar al día? Como dosis de mantenimiento entre 30-60 miligramos al día. Si se busca un efecto terapéutico se requieren de 100 a 300 mg. Para encontrar un suplemento es preferible que venga en forma de ubiquinona solubilizada, y junto con una grasa, así es como nuestro cuerpo lo puede absorber mejor.