Con 44 años de edad, Mariana “Barby” Juárez se ha consolidado como una de las boxeadoras más reconocidas de México gracias a su exitosa carrera, en la cual tuvo contacto con las drogas, mismas que decidió rechazar debido a que era muy consiente de todos los problemas que podía tener si comenzaba a consumir ese tipo de sustancias.
Durante un evento realizado en la Ciudad de México, la púgil que el próximo año pondrá punto final a su carrera, relató cómo fue el día que le ofrecieron cocaína, sustancia que se negó a ingerir.
“Una vez, después de una pelea, después de un campeonato nacional hicimos una fiesta y le dije a un chico que estaba mareada porque me tomé una cerveza y me dice, ‘oye, te dejé algo en el baño’ y entro y me había dejado coca (cocaína). Salí ofendida, no tanto, pero vengo de una familia donde mis papás están metidos en esto”.
“Y sí le reclamé porque le dije yo soy consciente, yo esta chingadera no la voy a agarrar, pero sí le dije no seas pendejo, porque se la pones a otro boxeador y a lo mejor la va a tomar y le vas a destruir la vida y se lo conté a mis compañeros, con personas así prefiero alejarlas del equipo”.
Cabe recordar que hace unos años fue la propia Barby quien compartió que vivió en una casa donde había problemas con drogadicción, pues su padres cayeron en adicciones a la cocaína.
“Yo le tengo miedo a esas cosas, tan solo de ver a mi papá, ver que amándonos tanto no era fácil poder dejar algo así”, agregó la boxeadora originaria de la Ciudad de México.