West Ham sufrió una dura caída en el inicio de la Jornada 8 de la Premier League tras ser goleado 4-1 por el Tottenham, equipo que se llevó la victoria con goles de Kulusevski, Bissouma, Son Heung-Min y un autogol de Alphonse Aréola. Edson Álvarez jugó la última media hora.
Julen Lopetegui ha comenzado la temporada de una forma terrible y, pese a la reacción que vivió hace dos semanas al golear al recién ascendido Ipswich Town, el parón internacional no parece haberle venido bien y salió goleado del norte de Londres.
El West Ham comenzó ganando
Los ‘Hammers’, pese a que empezaron ganando con un tanto de Mohammed Kudus, tras jugadón de Jarred Bowen en la banda, se desplomaron en cuanto recibieron el tanto del empate.
El equipo de Lopetegui sigue dando una sensación de fragilidad enorme y no en vano es el segundo equipo que más goles recibe en esta competición. Al Tottenham le bastó un robo en el centro del campo, una conducción de James Maddison y una apertura a banda izquierda para plantarse en el área del West Ham.
Kulusevski, que no es precisamente el extremo más desequilibrante del mundo, pudo recortar con facilidad hacia dentro y con un disparo que tocó en el portero y los dos palos, empató el encuentro. Areola pudo hacer más, pero quizás le entorpeció la visión la nube de jugadores que tenía delante.
Al descanso, con 1-1, Ange Postecoglou hizo un cambio arriesgado y quitó a su jugador más lúcido y que acababa de dar una asistencia, Maddison, por uno bien distinto como Pape Mate Sarr. La jugada, pese al riesgo que entrañaba, le salió redonda.
Antes del minuto 60, el Tottenham había finiquitado el encuentro con tres goles.
Primero, Bissouma empujó un centro desde la línea de fondo de Udogie, después Todibo, que acumula cuatro titularidades en el equipo, se mandó un autogol, y para culminar el desastre del West Ham, Heung-min Son volvió a marcar casi dos meses después tras regatear a un defensa con varias bicicletas y batir a Areola en el primer palo.
El castigo pudo ser mayor cuando, sin tiempo para recuperarse, Son mandó un balón al poste apenas un minuto después del 4-1.
Rendidos ya completamente y deseando que acabara el encuentro, el West Ham se quedó con diez jugadores cuando a Mohammed Kudus se le fue la cabeza tras un lance con Van de Ven. El africano le pegó dos pelotazos al neerlandés mientras este estaba en el suelo y cuando, tanto Van de Ven como Sarr fueron a reclamarle la acción, Kudus agredió al mediocampista en la cara.
El árbitro saldó la riña con amarilla, pero tras revisarlo en el VAR expulsó al ghanés y cerró una tarde de pesadilla para los ‘Hammers’, que no están cumpliendo con las expectativas que se generaron en el mercado veraniego, cuando fueron uno de los que más invirtieron en refuerzos.
Tras ocho jornadas, tienen ocho puntos y solo han ganado uno de los siete últimos partidos. No son pocos los que ya echan de menos a David Moyes en el London Stadium y los que ponen el grito en el cielo porque Lopetegui no está dando el nivel que se esperaba.
Los ‘Spurs’, con seis victorias en siete partidos, tienen trece unidades, a una de la Champions League, pero con un partido más que el resto.