Ocurrió un cambio previo a la gran ceremonia de los Premios Oscar 2025 y es que el legendario Harrison Ford, quien previamente se anunció que se presentaría en los Oscar 2025 este fin de semana, ya no aparecerá en el evento, esto luego de que le diagnosticaran herpes zóster, esto según lo informado por Entertainment Weekly.
Hasta el momento se sabe que Harrison Ford, de 82 años, se encuentra bien y descansa tras el diagnóstico que recibió ayer. EW se enteró de que el actor de la franquicia Indiana Jones y Star Wars abandonó la ceremonia de los Oscar durante el ensayo el pasado 1 de marzo.
¿Quién lo remplazará en los Premios Oscar?
Harrison Ford asistió a los Premios SAG 2025 el fin de semana pasado, donde interrumpió juguetonamente la introducción inicial de su coprotagonista de Shrinking, Jessica Williams, durante la transmisión de Netflix.
Ford, quien fue nominado al Oscar por su trabajo en Witness, fue anunciado el miércoles como uno de los presentadores que se uniría al programa, junto a Dave Bautista, Gal Gadot, Andrew Garfield, Samuel L. Jackson, Margaret Qualley, Alba Rohrwacher, Rachel Zegler y la nominada a Mejor Actriz de Reparto en 2025, Zoe Saldaña.
Otros presentadores previamente anunciados que asistirán a la transmisión incluyen a los actuales ganadores de actuación Cillian Murphy, Emma Stone, Robert Downey, Jr. y Da’Vine Joy Randolph, así como Whoopi Goldberg, quien hará su gran regreso a los Oscar como presentadora por primera vez en casi 10 años.
¿Qué es el herpes zóster, enfermedad que le diagnosticaron a Harrison Ford?
El herpes zóster, es una infección viral causada por el mismo virus que provoca la varicela: el varicela-zóster. Este virus permanece inactivo en el cuerpo después de que alguien ha tenido varicela en la infancia, y años después puede reactivarse, generalmente cuando el sistema inmunológico está debilitado.
La principal manifestación es una erupción dolorosa que suele aparecer como una franja de ampollas, generalmente en un solo lado del cuerpo, y a menudo en el torso o alrededor de la cara.
Aunque no suele ser mortal, puede causar complicaciones graves, especialmente en personas mayores o con sistemas inmunológicos comprometidos.
