Derrotado en la Final de la Community Shield, eliminado de la Copa de la Liga y lejos de los puestos europeos en la Premier League, el Manchester United se aferró a un gol de Harry Maguire en el tiempo añadido para derrotar 2-1 al Leicester, avanzar hacia los Octavos de Final de la Copa de Inglaterra y mantenerse con vida en dos competiciones.
El defensa más señalado de Inglaterra por sus errores evitó una prórroga, unos posibles penaltis y la opción de que el United terminara eliminado para tener como único objetivo de hacer algo grande en la Liga Europa.
Una falta lateral lanzada por Bruno Fernandes en el minuto 93 y un salto por encima de la defensa de Maguire para conectar un cabezazo imparable, acabó con la agonía de Rúben Amorim en el banquillo. El técnico luso respiró tranquilo después de perder el fin de semana pasado en Old Trafford contra el Crystal Palace (1-2) y evitó una lluvia de críticas.
La realidad es que el United vivió en el alambre hasta el minuto 68, cuando Zirkzee marcó a puerta vacía el tanto del empate. Hasta entonces, el Leicester soñaba con los Octavos de Final tras el tanto de Bobby De Cordova-Reid, que no desaprovechó un balón suelto dentro del área en el minuto 42 para abrir el marcador.
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En ese momento, Amorim vivía a merced del entrenador al que sustituyó. Ruud van Nistelrooy fue el hombre que se sentó en el banquillo del United de forma interina cuando fue destituido Erik ten Hag. Y lo hizo bien, con tres victorias y un empate. Luego Amorim ocupó su puesto y un par de meses después Van Nistelrroy acariciaba su venganza.
Sin embargo, las apariciones de Zirkzee, y sobre todo de Maguire, acostumbrado a escuchar canciones y mofas desde las gradas rivales por sus errores defensivos, salvaron al United.
De hecho, en su etapa en el Leicester, la hinchada de los Foxes se inventó una letra con la música de ‘La Bamba’: “Harry Maguire bebe vodka, bebe jagger y su cabeza es jodidamente grande”.
Cuando llegó al United, sus aficionados cambiaron la letra: “Harry Maguire jodió al Leicester por Manchester y su cabeza es jodidamente grande”. Al final, con esa cabeza tan nombrada, firmó una victoria agónica y necesaria para el United. Maguire sonrío y el Leicester se despidió de la Copa.