Pocas son las oportunidades que hay para los canteranos en América y estos en muchas ocasiones tienen que salir del equipo para poder tener minutos y madurar, algunos regresan, otros siguen su carrera fuera de Coapa y otros simplemente se pierden y su carrera como profesionales es muy corta.
El caso de Ramón Juárez es de éxito para un canterano americanista, y es tuvo que salir del club de sus amores para madurar y luego volvió a las Águilas para convertirse en el mejor jugador mexicano en su posición dentro del futbol mexicano, y en mediotiempo recordó todo lo que vivió lejos de América y que le sirvió para poder llegar a donde hoy está.
“La verdad es que estoy feliz por él (Ramón Juárez que se fue del América) porque supo sobreponerse a momentos muy complicados. Casi no lo cuento mucho, pero los seis meses en Puebla que pasé sin jugar un solo minuto fueron horribles y lejos de mi familia todavía más. Fue muy complicado, me bajoneaba mucho, lloraba mucho con mi papá y platicaba mucho con él. Después en San Luis me toca tener una regularidad importante justo ya cerca de mi familia. Fue una etapa bonita. La verdad es que estoy contento de que Dios me haya dado la fortaleza para salir adelante y siempre tener mi sueño y claro el de poder afianzarme en Primera División, y qué mejor que salir del club de mis amores”.
Juárez manifestó que peleó por no perderse en el mundo del futbol, pues entendió desde que comenzó su andar en el profesionalismo que deseaba vivir de su carrera dentro de las canchas.
“Recuerdo sobre todo esos seis meses en Puebla de mucha tristeza, de mucho llorar, de ver que te habías salido de América para ir a buscar minutos en Primera División, me fui a Puebla y ver que no lo conseguía, creo que tuve un minuto durante seis meses en el torneo que estuve ahí, entonces para mí fue un golpe muy fuerte porque decía salí a buscar minutos, no los conseguí.
“Me preguntaba ¿ahora qué? ¿Qué viene? Porque no es fácil, muchas veces ahí como tú dices, se empiezan a perder el camino y empiezan a terminar y luego ya se van para Expansión y luego ya de ahí empiezan a desaparecer, pero creo que siempre tuve en mi cabeza quiero salir adelante, quiero sobresalir, quiero echarle ganas y lo que venga y tal, siempre tuve mi sueño muy fijo, más allá de que es mi sueño, es mi profesión y es de lo que yo voy a vivir, entonces yo sabía que tenía que salir así como la gente le echa ganas a su universidad porque va a ser su carrera, así el futbolista, más que aparte sea un sueño luchar porque era de donde iba yo a vivir entonces era cuchillo entre los dientes y de la mano de Dios echarle ganas”.
Humildad, la clave de su éxito
Ramón Juárez sin tener tantos reflectores se ha ido convirtiendo en uno de los jugadores referente de la defensa americanista, y es que sus números lo ponen como uno de los mejores en su posición.
“Es difícil decirme cosas como esas, te soy sincero. La verdad que es algo muy lindo. Si me lo decías hace algunos años, te diría, ¿cómo crees? No puede ser. Y es algo que trato de tomar con mucha humildad para seguir trabajando cada día más y ser cada vez mejor, pero bien, muy bien”.
Juárez ha jugado como titular en cuatro partidos y ha tenido actividad en siete de los nueve que ha jugado el América en la presente campaña, por lo que trabaja día a día para terminar de afianzarse en el esquema de André Jardine.
“Son decisiones que toma el cuerpo técnico y André Jardine en los parados y tal, y los respeto mucho. En lo personal siempre trato de ver en qué cosas puedo mejorar, que si el balón parado ofensivo, qué cosas que me sigan haciendo todavía un jugador más completo dentro del terreno de juego, eso es algo que si trato de hacer mucho, ver siempre en qué puedo seguir mejorando para seguir creciendo cada vez más como jugador”.