Chivas y sus problemas internos: malos manejos en los puestos, responsabilidades evadidas y encargadas y un desconocimiento total de la historia y peso de la institución es lo que ha reinado en los últimos 15 torneos. El Guadalajara es una institución que luce lejos de ser competitiva, ha perdido protagonismo y dejó de ser animadora de cada temporada; es un conjunto que se ha caracterizado por arrastrar el prestigio año con año. Ahora, después de muchas horas de destrucción interna, el dueño toma la manija de las responsabilidades, se mete a investigar debajo de las narices y se da cuenta que sus directivos —que dejó encargados Fernando Hierro y la firma para la cual trabaja—
estaban presionando a jóvenes para formar con ellos su futuro, comprando barato y vendiendo caro, explotando las necesidades de Chivas —que son los jugadores mexicanos en el mercado estadounidense— y por ello decidió correrlos en plena concentración, lo mismo que a su entrenador, sumado a una falta de comunicación total en el plantel y un vestuario que se iba de manos, unas Chivas partidas. El dueño, Amaury Vergara, decide a Gerardo Espinoza como entrenador, pero, prácticamente como interino, ya que sólo le dio lo que resta del torneo y la Concacaf. ¿Eso es confiar?, ¿eso es proyecto? Chivas, de nueva, cuenta con decisiones a medias y de momentos.
Hacen una limpia o por abuso de sus directivos y las medidas son por encima y con dudas, mientras su acérrimo rival ya se les fue y no los van a alcanzar en mucho mucho tiempo.
La fractura Anselmi
No es pretexto, pero Cruz Azul atraviesa momentos de reconstrucción tras la partida de Martín Anselmi y lo que más ha costado es la parte física, recuperar al equipo, darle resistencia y fondo físico. Ha sido imposible obtener una buena forma, pues entre los pocos días de trabajo y el calendario tan apretado no ha habido tiempo. Dos torneos en disputa han provocado que tengan que jugar prácticamente tres veces por semana y han resultado que los 27 días pasados quedaran olvidados y tirados, como fue el proyecto por Anselmi. Hoy, la factura la están pagando, ya que este equipo no termina los partidos de manera intensa, sus últimos encuentros han sido fulminados y viendo el césped. Es un equipo sin su sello del 2024. Cuando normalmente un equipo tarda en recuperarse 36 horas tras un juego, a este Cruz Azul parece que le cuesta el doble de tiempo. La indicación de los encargados del área física es alternar plantel, ocupar la banca, ya que tampoco se pueden dar lujos por los pocos puntos rescatados en las primeras tres jornadas, que hoy te darían colchón para recuperar trabajar y descansar.
La Copa Oro con selección alterna
La Copa Oro tampoco será una obligación para Javier Aguirre, lo mismo que la Nations League. No podrá jugarse con la Selección Mexicana completa debido a que se empalma el Mundial de Clubes y los involucrados le quieren dar prioridad, sumado a la regla de que todos los participantes pueden reforzarse con hasta seis jugadores únicamente para ese torneo. Los clubes mexicanos buscarán lo mejor de la baraja mexicana para ese certamen priorizando su participación sobre la preparación del Tri, por lo que para Javier Aguirre suena mucho más fácil el camino y los resultados rumbo al mundial que en cualquier otro proyecto. Un proceso marcado por la falta de proyecto y exigencia.