De cara a la Copa del Mundo 2026, el técnico mexicano Javier Aguirre Onaindia ha manifestado entre sus colaboradores y miembros de selecciones nacionales, que en esta su tercera etapa en el Tricolor, las cosas podrían tener un final totalmente diferente al que entregó en sus dos anteriores etapas en Corea/Japón 2002 y Sudáfrica 2010.
Aguirre Onaindia entiende que al ser México una de las tres sedes de la justa mundialista, es una oportunidad inigualable para recuperar la credibilidad de la afición, pero sobre todo para cambiar la historia escrita por la Selección Mexicana desde 1986, cuando sí se jugó el siempre anhelado y frustrante quinto partido.
Javier fue parte de esa generación de jugadores que dio un golpe de autoridad, y logró meterse a instancias más trascendentales, aunque las ilusiones se quebrantaron en la tanda de penales ante Alemania en los cuartos de final, pero se ubicaron en el sexto lugar.
A este tercer ciclo como seleccionador, el Vasco llega con una mayor experiencia y madurez, pero ante todo con un camino recorrido donde las altas y bajas le han servido, como el mejor proceso de aprendizaje que ha haya podido tener en cerca de tres décadas como entrenador.
Quienes en tiempos recientes han estado cerca de Aguirre Onaindia, ha percibido a un estratega con los objetivos claros y establecidos, y en varias ocasiones les ha manifestado que presiente que el trabajo y responsabilidad que tiene en sus manos, le hacen pensar que le llevarán a entregar un resultado histórico, que quizá sea superior al que experimentó como jugador en 1986.
Queda un camino aún por recorrer, pero se tiene el tiempo suficiente para generar ese cambio, para de una vez por todas, el futbol mexicano logre dar un golpe sobre la mesa, y sentar las bases para que en el ciclo mundialista rumbo al 2030, se tenga los argumentos necesarios para no volver a perder el rumbo como ha sucedido en los últimos años.
La máxima sanción
La directiva de Dorados de Sinaloa espera una sanción ejemplar y apegada al reglamento para el defensa Luis Ernesto Ruiz Bustillos, quien lesionó al jugador del Atlante, Christian ‘Hobbit’ Bermúdez dentro de la jornada ocho de la Liga de Expansión en el Estadio de La Ciudad de los Deportes.
Reglamentariamente Ruiz Bustillos ya no puede ser inhabilitado como sucedía en el pasado, sólo podría recibir una sanción de entre 11 y 12 partidos de suspensión, por la rotura de tibia y peroné que sufrió Hobbit Bermúdez quien estará varios meses fuera de actividad.
