En las expectativas ofensivas e igualadas que despierta un partido entre el Arsenal y el Manchester City, más aún en sus últimos precedentes, el duelo de este domingo en Londres fue una exhibición de pegada del equipo Gunne’, que atormentó con cinco goles a un visitante tremendamente vulnerable.
La realidad es muy dura para el vigente campeón. La caída de este domingo es estrepitosa. Sólo un vistazo a la clasificación lo refleja con nitidez. Son 15 puntos por detrás del Liverpool, el líder de la Premier League y que, con un encuentro menos, va seis por delante del Arsenal.
Te Recomendamos
El conjunto dirigido por Mikel Arteta ya es la única alternativa a los Red’ en la competencia por el título de la liga, subido en una racha de 14 jornadas sin derrota, de las que ganó nueve. No cae desde el 2 de noviembre.
Cuando se sentía más cerca de la solución que del conflicto, después de encadenar seis jornadas sin derrota en la Premier tras venir de una crisis desconocida e impensable, el Manchester City entendió que aún no es -ni de lejos-, sobre todo atrás, el equipo que ha sido en los últimos años y que debe ser para creer en algo más que una temporada de transición insólita, impropia de su ambición, sus prestaciones y su nómina de jugadores.
¿Cómo humilló Arsenal a Manchester City?
La visita al Arsenal empezó para el grupo de Pep Guardiola con una pifia en la salida de Manuel Akanji que fue fatal: recuperó Rice, combinó con Havertz y Odegaard marcó el 1-0. Todo muy sencillo.
El empate llegó al minuto 55. El centro de Savinho, tras una conexión con Foden, activó al goleador más grande de la actualidad. Haaland cabeceó de manera incontestable, fuera del foco de Raya. Su sonrisa delataba una felicidad imperceptible en el resto de su cuerpo. Ni siquiera levantaba los brazos. El problema es que, tan solo un minuto y 45 segundos después, el Arsenal descubrió otra fisura del City: el 2-1 de Thomas (m. 56).
Demasiado contemplativo, igual que lo fue después en el 3-1 de Lewis-Skelly en su fácil irrupción dentro del área, cuando el Manchester City ya estaba hundido. La sentencia, por si acaso, fue el 4-1 del contragolpe que culminó Kai Havertz todavía a cuarto de hora del final para darle al Arsenal más fuerza en su persecución del Liverpool. Aún son seis puntos. El 5-1 fue ya en los instantes finales de Nwaneri. Desde el 1-1, el equipo de Guardiola no volvió a rematar.