Carlos Reinoso manda llamar a un grupo de jugadores de las fuerzas básicas del América para un entrenamiento con el primer equipo. Era la Temporada 1983-1984 en la que debutó como profesional Carlos Hermosillo, delantero que en esa práctica fue marcado por un joven defensa central de 17 años que llegó a la escuela de las Águilas con la ilusión de convertirse en futbolista del equipo azulcrema, del que hasta hoy es aficionado.
Su nombre, Genaro García Luna, el mismo que 22 años después, se convirtió en Secretario de Seguridad Pública federal durante el sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, y que actualmente se encuentra detenido en una cárcel de Nueva York, encontrado culpable de recibir sobornos millonarios del Cártel de Sinaloa a cambio de protección y conspiración para el libre paso de cargamentos de droga hacia Estados Unidos, de acuerdo al caso número 1:19-cr-00576-BMC emitido por la Corte de Distrito Este de Brooklyn en Nueva York.
“Genaro García Luna jugó en las Fuerzas Básicas del América, y luego cuando salió de las categorías, lo pasaron a la tercera división”, recordó Ángel la ‘Coca’ González, visor y descubridor de futbolistas, quien tiene entre su currículo a Cuauhtémoc Blanco, uno de los máximos ídolos del americanismo y de la Selección Mexicana, y a Hirving “Chucky” Lozano, que en 2019 se convirtió en el jugador mexicano más caro, cuando el Napoli de la Serie A de Italia pagó cerca de 46 millones de dólares por su fichaje al PSV Eindhoven de Holanda.
“Le gustaba mucho el futbol y era americanista. Yo lo conocí cuando tenía como 17 años. Lo conocí grande cuando llegó a la última categoría de Fuerzas Básicas del América”, platicó en entrevista para mediotiempo la Coca, quien fue director de deportes de la Secretaría de Seguridad Pública durante la administración de García Luna, señalado además de otorgar protección para el paso de seis cargamentos con más de 50 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos entre el 2002 y 2007.
La ilusión por convertirse en jugador profesional terminó cuando su papá, según comentó la Coca, lo obligó a salirse de la Escuela del América para dedicarse al 100 por ciento a estudiar. Genaro estaba por ingresar a la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), de donde se graduó de la carrera de Ingeniería Mecánica en 1993. Su nombre y ficha aún aparecen en la lista de ‘egresados destacados’ en la página oficial de la UAM.
“Ya no lo dejaron acudir, tuvo que salir del América y me lo llevé a jugar al América GAM. Él jugó ahí hasta los 18 años. Su papá lo obligó a que estudiara”. La obsesión porque culminara la escuela era porque la familia García Luna se encontraba en una situación complicada económicamente, platicó el visor que ha trabajado para clubes como Pachuca, Pumas, Morelia, Puebla y Mazatlán FC.
“Eran muy pobres, su situación era muy difícil, el papá era muy enérgico y a todos los tenía estudiando, las hermanas y los hermanos son profesionistas”. Sin embargo, su salida del club de Coapa no evitó que la relación futbolística entre Genaro y Ángel continuara unos años más, ya que lo invitó a jugar en la Liga Española de Futbol de México, un torneo amateur donde él dirigía al equipo Real Gijón.
‘No era un crack, pero jugaba bien’
Además de ser su entrenador en la filial del América, entre 1984 y 1985, Coca dirigió a Genaro en el Real Gijón de la Liga Española de Futbol Amateur, competencia reconocida por la Federación Mexicana de Futbol (FMF), fundada en 1954 por jugadores españoles que llegaron a México huyendo de la dictadura de Francisco Franco.
“Yo trabajaba en la Liga Española. En aquel tiempo yo agarré al Real Gijón y lo invité. Jugó en la Liga Española dos o tres temporadas”.
Fuerte, potente, buen marcador y con un buen juego aéreo, así describió Ángel González las cualidades de García Luna, que no fue un crack, dijo, pero sí un futbolista cumplidor. “Era un defensa central. Era fuerte, potente, no era muy alto, pero cabeceaba bien. Era de carácter fuerte. Técnicamente no era excelente, pero no era malo”, señaló.
“No era sobresaliente, pero era un buen deportista. No era un crack, pero el futbol lo jugaba bien. Llegó a subir cuando Carlos Reinoso dirigía al América. Subieron a jugadores para que el equipo grande se moviera y él estaba ahí. Le tocó marcar a Hermosillo y se agarraba bien, tenía buena potencia y brincaba bien”.
Genaro García Luna disputó tres temporadas con el Real Gijón (1984-1985, 1985-1986 y 1987-1988). En su segunda campaña, con la Coca en el banquillo, se convirtió en campeón del torneo. Para la temporada 1989-1990, ya cuando iniciaba su trayectoria policiaca en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN), jugó su último año con el Galicia FC.
Su detención, acusaciones y posible sentencia
El martes 10 de diciembre del 2019, siete años después de haber dejado el cargo en la SSP, García Luna fue detenido en una de sus propiedades en la ciudad de Dallas, Texas. La acusación hecha por la Corte del Distrito Este de Nueva York lo señaló por protección y conspiración en el tráfico de más de 50 toneladas de cocaína del Cártel de Sinaloa en seis cargamentos.
“Acordaba no interferir con los cargamentos de droga del Cártel de Sinaloa en México, que consistían en cantidades de múltiples toneladas de narcóticos, y la gran mayoría tenían como destino Estados Unidos. Brindaba acceso a información confidencial de las fuerzas del orden público sobre las operaciones contra el Cártel de Sinaloa”, señala el documento.
Luego de casi seis años detenido, este miércoles un tribunal de la ciudad de Nueva York decidirá la sentencia y futuro del súper policía y zar antidrogas de México entre 2006 y 2012. La defensa busca una pena de 20 años como máximo, sin embargo, debido a la clase de delitos que se le imputan, podría alcanzar cadena perpetua, al igual que el Chapo Guzmán, quien fue sentenciado a cadena perpetua en julio del 2019 en la misma ciudad y la misma corte.