Rayados de Monterrey volvió a perder otra Final en el Estadio BBVA, esta vez la del Apertura 2024 ante las Águilas del América. De esta manera, el conjunto regiomontano extiende una racha en la que le es imposible coronarse en el Gigante de Acero.
Conocida como la “maldición de la gallina” por la afición de Tigres, la Pandilla no sabe lo que es ganar un campeonato de liga en su estadio desde que éste fue inaugurado en el año 2015. Desde entonces, Rayados sólo ha logrado ganar en Copa MX y Concachampions, mientras que en la Liga MX ya son tres finales perdidas.
Tuzos del Pachuca, Tigres de la UANL y Águilas del América son los tres equipos que le han arrebatado la gloria en la liga. Aunque fue capaz de coronarse en el Azteca una vez con Antonio Mohamed ante el club de Coapa, el pasado es historia y ahora reciben un fuerte golpe en casa.
¿De dónde viene la ‘Maldición de la Gallina’?
Esta maldición señala a los integrantes de Libres y Lokos, barra de los felinos, como principales responsables. En septiembre del 2013, la barra de Tigres publicó una fotografía en redes sociales, a las afueras de la construcción de lo que sería el Gigante de Acero, en donde aseguraban haber enterrado una gallina, arrojándole una maldición de 30 años a los Rayados para que no se coronaran en la liga.
¿Qué Finales perdieron?
El Clausura 2016 fue la primera Final que disputaron en su estadio ante los Tuzos del Pachuca. Los regios perdieron por la mínima en la Bella Airosa y cuando llegaron al BBVA, Víctor Guzmán marcó al 92′ para darle el título al Pachuca.
En el Apertura 2017, Tigres y Rayados protagonizarían la primera Final Regia en la historia de los torneos cortos. En el Volcán, Tigres y Rayados empataron a un gol, sin embargo, para el duelo en el Gigante de Acero, el conjunto liderado por André-Pierre Gignac se llevó uno de los triunfos más satisfactorios en la historia de su institución.
Finalmente, el Apertura 2024 también ha sido testigo de una nueva Final perdida. El América, que jugó en el estadio Cuauhtémoc como local, venció 2-1 a la Pandilla en el primer juego. Para el segundo, los de Jardine y Demichelis terminaron en un empate de 1-1, lo que le dio su tricampeonato a las Águilas y provocó la prolongación de una maldición para los regios.
