Nahuel Guzmán volverá jugar en la campaña luego de que fuera suspendido en abril del año presente por haber proyectado un láser en el rostro del guardameta de Rayados de Monterrey, desde las gradas durante un partido en el Clásico Regio.
En ese momento, el “Patón” fue castigado con once partidos, cifra determinada por la Comisión Disciplinaria de la Federación Mexicana de Futbol, tras haber realizado la investigación correspondiente.
A casi cinco meses de no haber visto actividad en la Liga MX, Nahuel Guzmán se dijo arrepentido de sus acciones y confirmó que su intención nunca fue herir a su rival, sino que fue algo que tomó como un “acto lúdico”, pues en aquel momento no midió las consecuencias de sus acciones.
“Yo considero que fue una actitud infantil. No es la manera de justificarlo, no lo justifico y ya recibí mi sanción por esto. Pagada está. Sinceramente, pasa que también lo que diga puede malinterpretarse, pero lo pensaba como un acto lúdico, como un juego, no se me ocurrió medir las consecuencias, no sólo personales, sino institucionales, porque las consecuencias no solamente fueron deportivas, sino que fueron emocionales, fueron económicas, por multas internas“.
“Entonces creo que me arrepiento de no haber medido con claridad las consecuencias. Fue algo espontáneo, en absoluto lo pensé como una maldad. Se llegó a decir que quise lastimar a un rival, a un colega, se llegó a decir que quise dejar ciego a alguien. Yo entiendo que era el momento del castigo, pero no fue por ahí nunca, en absoluto”.
Finalmente, el guardameta argentino de Tigres aseguró que ya pidió las disculpas correspondientes a las personas afectadas, y finalizó, entre risas, con una conclusión no tan convincente: “Creo que no lo volvería a hacer“.
