Packers se impuso a los Chicago Bears en un vibrante enfrentamiento divisional correspondiente a la Semana 14 de la NFL, bajo el gélido clima típico de Wisconsin en esta época.
Jordan Love comandó a su equipo y dio un golpe contundente para adueñarse del liderato del Norte de la NFC.
¿Cómo fue el juego?
Como ocurre en los choques divisionales, el primer cuarto estuvo dominado por las defensivas, que demostraron su poder desde temprano, especialmente con una destacada acción de Chicago. Aunque la ofensiva de Green Bay avanzaba con fuerza, una captura de Montez Sweat frenó por completo el progreso de los Packers.
Aun así, lo más complicado llegó justo después, cuando Jordan Love lanzó un pase profundo que terminó en manos de C.J. Gardner-Johnson. A pesar de la excelente posición de campo, Caleb Williams ofreció una actuación discreta durante la primera mitad y la ofensiva de los Bears fue perdiendo ritmo.
No fue sino hasta el cierre del primer cuarto cuando Green Bay comenzó a desgastar poco a poco a una defensiva imponente, esfuerzo que culminó con los primeros puntos del encuentro ya en el segundo periodo. Una conexión entre Love y Christian Watson rompió el cero en el marcador.
Tras esa extensa serie de los Packers, Chicago trató de contestar con un avance similar, aunque solo pudo sumar tres unidades mediante el pie de Cairo Santos. Ya sobre el final de la primera mitad, Love lanzó un bombazo hacia Bo Melton, aumentando la ventaja a dos posesiones rumbo al descanso.
La defensiva de los Bears apareció de inmediato en el arranque del tercer cuarto, abriendo la puerta para la reacción del equipo de la Ciudad de los Vientos. Caleb Williams, quien había acumulado únicamente 23 yardas por aire en los dos primeros cuartos, respondió con un pase preciso hacia Olamide Zaccheaus para acercar a su equipo.
Aunque Green Bay contestó rápidamente con el segundo touchdown de Christian Watson, el último periodo se encargó de entregar todas las emociones que habían faltado.
Chicago cerró el tercer cuarto y comenzó el último con una ofensiva prolongada y desgastante que concluyó con la anotación de Colston Loveland, igualando momentáneamente el marcador en este clásico divisional.
Pero los Packers volvieron a convertir Lambeau Field en una muralla. Un touchdown de Josh Jacobs devolvió la ventaja y preparó un final de alarido. Con segundos por jugar y un Williams encendido, Green Bay parecía encaminado al tiempo extra; sin embargo, una extraordinaria lectura de Keisean Nixon terminó en una intercepción que aseguró la victoria para el nuevo monarca del norte.
