En 2011 el América pagó alrededor de 2 millones de dólares al Club Pachuca por el fichaje de Paul Aguilar, jugador que ya tenía en su palmarés dos títulos de Liga MX, tres de la Liga de Campeones de la Concacaf y la Copa Sudamericana 2006, que hasta ahora es el único trofeo que un equipo mexicano pudo ganar en Conmebol.
Doce años después, una vez más la Águilas le pagaron a los Tuzos para contratar a Kevin Álvarez, otro lateral derecho, que llegó con solo un campeonato de Primera División y por el que tuvieron que desembolsar más de 10 millones de dólares.
¿Por qué un jugador menos laureado, con menos experiencia y que juega la misma posición, cuesta cuatro veces más en la actualidad?, ¿qué es lo que determina el precio de un futbolista?
En este explainer te decimos por qué.
La inflación/ Ley de la oferta y la demanda
Para comenzar y en términos económicos, expertos consultados coinciden que un futbolista, al igual que los productos, bienes o servicios, no está exento de la inflación, por lo que los costos se han incrementado de manera exponencial, si se comparan precios de hace 10 años con los que hoy se manejan.
Por ejemplo, en 2001 Zinedine Zidane se convirtió en el jugador más caro de la historia cuando el Real Madrid le pagó a la Juventus cerca de 80 millones de dólares. En 2017, casi 16 años después, el París Saint-Germain rompió el mercado al fichar a Neymar Jr por 225 millones de dólares.
Además hay que sumar la ley de la oferta y la demanda que es lo que provoca que un jugador pueda aumentar su precio o no. Muchos promotores -que difícilmente lo reconocerán públicamente- deciden filtrar rumores para encarecer el precio de un jugador.
Marketing
Otro de los aspectos que ha provocado el disparo en los precios de los futbolistas es el marketing alrededor de los propios jugadores y de los juegos.
A decir de los expertos, antes los partidos solo se podían ver por televisión o escuchar por radio, ahora con la entrada de la televisión privada y el streaming el alcance mercadológico es global, lo que ocasiona que también se eleven los costos.
Es importante tomar en cuenta en este rubro las redes sociales, tanto las personales como las de los clubes ya que también ayudan a que los dueños de equipos y jugadores obtengan ganancias millonarias a nivel mundial y no precisamente solo en su país de origen o en la liga donde juegan.
Rendimiento deportivo
Además de estos aspectos económicos, no hay que dejar fuera de esta ecuación a los resultados deportivos, que llevan un peso importante en cualquier operación por un futbolista.
Tal es el caso de Julián Quiñones, colombiano que llegó en 2016 comprado por Tigres en 300 mil euros. Luego de darse a conocer en Lobos BUAP y de brillar en el bicampeonato del Atlas, el delantero naturalizado mexicano fue comprado por el América en 10 millones de dólares.
Costo de formación
Los clubes, por ejemplo en algunos de la liga de Argentina, basa el precio de un jugador formado en sus fuerzas básicas dependiendo el gasto que hace en su manutención mientras el futbolista se encuentra en su etapa de desarrollo: alimentación, transporte, hospedaje, entre otras variantes como tratamientos de lesiones.
Algunos clubes en México -dentro de su negocio de venta de jugadores- como el caso de Pachuca o Santos, por poner un ejemplo, fijan sus precios de venta no sólo en los factores anteriores, parte de la ecuación es precisamente la inversión que realizaron en ellos.
La edad
De acuerdo con un informe de análisis de datos de la Universidad EAFIT, la edad es un factor “significativo para la valuación de un futbolista por el retorno de inversión y una posible venta a futuro”.
Por ejemplo un futbolista entre los 23 y 25 años con un buen rendimiento es sumante valorado en el mercado porque entre los 27 y 32 suelen alcanzar su máximo potencial.
¿De qué país eres?
La nacionalidad también es clave para determinar el valor de un jugador. Cada vez menos, pero sin duda influye al menos como un principio de marca. Por ejemplo ser ‘argentino’, ‘brasileño’ influye al menos como carta de presentación.
Y decimos que esto ha cambiado porque cada vez más las grandes ligas están más interesadas en exportar talento donde hace 25 años eran para ellos ‘territorios exóticos’.
En la actualidad hay aproximadamente 675 futbolistas originarios de países de Asia y África entre las 10 ligas más importantes de Europa. Esto representa al 13.2% del total de jugadores activos en algunas de estas competiciones.