En la historia del deporte mexicano ha habido sorpresas en algunas disciplinas que nadie tenía en el radar dentro de unos Juegos Olímpicos. Así cayeron las preseas de Gustavo Huet en tiro, la de Daniel Aceves en lucha grecorromana, la de María del Pilar Roldán en esgrima y la del equipo de basquetbol. Con todos ellos se creyó que vendría una época prolífica como sucedió en otros deportes, pero no fue así, y esas medallas se quedaron como meros garbanzos de a libra. Ahora, en el siguiente ciclo olímpico, el judo con la sorprendente Prisca Awiti estarán bajo esa misma expectativa.
Y es que para Los Ángeles 2028 la situación será muy contrastante para Prisca, quien será uno de los rostros más visibles durante este proceso de cuatro años; ella sabe muy bien de la presión que se avecina, pero lo toma con calma. Así como construyó su medalla de plata con pasos firmes y sólidos, también quiere mirar hacia el futuro, sin adelantarse a nada.
En su visita a las instalaciones de MILENIO, Prisca Awiti reconoce que va asimilando el éxito de París 2024 y acostumbrándose a la fama indirecta que su presea le ha otorgado.
Prisca, ¿ya asimilaste que eres medallista olímpica?
Poco a poco ya estoy asimilando todo; estoy empezando a disfrutar después del proceso que tuve detrás para subir al podio olímpico. Estoy muy orgullosa y muy feliz.
¿Cómo cambió tu vida la medalla olímpica?
Mucho… Hay más entrevistas, más medios, tal vez ahora es más difícil salir a la calle y no ser reconocida, pero todo para bien. Definitivamente soy una persona más reservada en ese aspecto, no había tantas entrevistas y gente pidiéndome foto en la calle, pero sigo con mi vida deportista, que es entrenar y comer. Ahora tengo que ir con gorra y lentes para caminar en la calle.
¿Cómo te ha impactado ser una de las caras más conocidas en estos momentos de México?
Creo que sí me ha impactado esa parte ya que ahora no puedo salir a la calle sin ser reconocida; sin embargo, como persona sigo intentando ser como lo era antes ya que al final eso es lo que me hizo llegar a la medalla de plata.
¿Cómo recuerdas los combates que tuviste en París 2024?
Es lo bonito del deporte, que fue muy de momento, ahora para saber de los combates tengo que verlos en un vídeo porque no podría decir exactamente lo que estaba haciendo en cada combate. Son recuerdos que van a estar ahí y que recordaré por el resto de mi vida. El momento que más recuerdo es cuando gané la semifinal porque me llegó un sentimiento de felicidad, además estaba un poco sorprendida. Tras ganar volteé a ver a mi familia que estaba celebrando, es parte de lo que también recuerdo.
¿Hubo algún momento complicado en tu camino a la medalla?
Un momento complicado fue cuando perdí la medalla de bronce en el Mundial del año pasado, pero fue un resultado que me motivó para esta presea en París 2024. En ese momento sentí tristeza porque una de mis otras metas es ser medallista mundial y estuve tan cerca de lograrlo, así que sí dolió.
¿Cómo calificas todo el ciclo olímpico que culminó en París?
Muy bien, los Juegos Centroamericanos y Panamericanos no aportan puntos o lugares para los Juegos Olímpicos, pero esos eventos fueron experiencias que ayudaron porque es vivir ese ambiente; al llegar a París ya estaba acostumbrada a estar en una villa con diferentes países.
En la historia del deporte mexicano se dieron medallas en disciplinas que nadie tenía en el radar. ¿Estás preparada para abrir brecha con este deporte en México?
Yo creo que el judo ya está listo para que los reflectores estén en este deporte, hay mucho talento.
Prisca, ¿estás consciente que quizá tu camino hacia Los Ángeles 2028 será muy distinto al de París por toda la atención que tendrás encima?
Definitivamente… pero no me gusta pensar en el futuro, creo que hay muchos pasos antes de llegar a Los Ángeles y si esos pasos me hacen llegar, será increíble.
¿Estás lista para la presión que ahora tendrás al ser medallista olímpico, como ser constante en tus resultados?
Sí. Poco a poco me voy acostumbrando a esa presión, además poco a poco vamos a ver cuáles son los siguientes pasos, competir con esa presión y ver qué me sirve o qué no, entonces todo tiene su tiempo. Si llego a Los Ángeles, perfecto; si no, está bien, pero tengo que asentar cuáles son mis siguientes pasos y ver si puedo llegar a esa justa olímpica, pero si no lo hago, estoy contenta con mi carrera deportiva.
¿Desde cuándo soñabas con llegar a unos Juegos Olímpicos?
La primera vez que dije ‘esto es lo que quiero’, fue cuando me tocó ir a ver el judo en Londres 2012. Siempre me había visualizado en un podio olímpico, ha sido mi sueño, entonces nunca te imaginas cómo será ese momento; el recibir la medalla superó todas mis expectativas.
¿Ahora la palabra Los Ángeles 2028 qué te dicen?
No pienso en Los Ángeles todavía, es mucho tiempo cuatro años y sé que se van de volada, pero si me enfoco ahora en esa justa olímpica, no me podré mentalizar en todo lo que necesitó hacer para estar ahí, así que es poco a poco.