Un tren llamado Cruz Azul pasó por encima de FC Juárez y sigue su propia fiesta en el Apertura 2024 donde no hay equipo que le ponga freno o que al menos le haga sombra a los cementeros que siguen afianzados en la cima del torneo con 34 puntos.
Una vez más, los pupilos de Martín Anselmi se adueñaron de la pelota, impusieron su ritmo y se limitaron a conseguir un 4-0 que parece poco para un equipo que, de haber querido, se marcha con una goleada más amplia, quizá unos tres goles más.
Fue un juego tan tranquilo que le permitió al entrenador argentino meter a sus jugadores jóvenes Mateo Levy y Amaury Morales para sumar minutos a la Regla de Menores y así quitarse de encima el trámite que exige la Liga MX.
Vamos, ni siquiera habían pasado 10 minutos cuando llegó un centro de Willer Ditta para Giorgos Giakoumakis, que al no poder rematar dejó el balón para Lolo Faravelli que puso el balón entre los tres postes para el 1-0 que marcó el inicio de la goleada.
Giakoumakis salió por lesión
Sin embargo, no todo pudo ser fiesta porque Giakoumakis tuvo que dejar el juego por una lesión, aparentemente, en las costillas del lado derecho. El futbolista pidió su cambio tras una mala caída que obligó a dejar el campo, eso sí, entre aplausos de la afición.
Su lugar lo tomó Ángel Sepúlveda que logró un doblete en los 38 minutos que jugó. El Cuate fue el jugador sacrificado para que Anselmi pudiera ingresar a los jóvenes cementeros, necesarios para cumplir con la regla.
Sepúlveda fue el hombre gol que necesitaba la Máquina tras la salida de Giakoumakis. Primero apareció para rematar un pase de Luis Romo para el 2-0. Después en el segundo tiempo aprovechó una jugada con Alexis Gutiérrez para el 3-0.
Volvió el Toro Fernández
Anselmi entendió que Juárez no era un equipo para preocuparse y además de meter a sus dos juveniles, también decidió hacer más ajustes para favorecer a su equipo y así fue cómo le dio descanso a Rodolfo Rotondi y además ingresó a Gabriel “Toro” Fernández para que tuviera minutos de Primera División.
El delantero no jugaba en la Liga MX en el Máximo Circuito desde hacía 8 meses tras la ruptura de ligamento cruzado. La semana pasada tuvo minutos con la Sub-23 y anotó gol, por lo que le faltaba ahora tener minutos con el primer equipo.
Y vaya que volvió en buena forma, porque tomó un balón afuera del área, recorrió y mandó un disparo que terminó en gol para el 4-0. Todo le salió bien a Cruz Azul esta noche de Jornada 13.
Ahora la Máquina sigue avanzando y está cerca de romper récords históricos de la Liga MX. El equipo celeste está a una victoria de alcanzar el mayor número de triunfos en un semestre que es de 12 y con cuatro partidos por delante solo le faltaría una victoria más para imponer un récord que quizá nunca se vuelva a romper.